La cosecha será un 2% inferior al verano pasado, según las primeras previsiones, y cae especialmente en Grecia y Turquía. Sin solapamiento con Murcia y altas temperaturas que animan el consumo Lleida ha dado inicio a la campaña de la fruta de hueso con la recogida de las primeras variedades tempranas de melocotones, nectarinas y paraguayos. La campaña arranca con un retraso de entre 4 y 6 días con respecto al año pasado, inferior a los diez que se llegaron a registrar en Murcia. Así lo explica el responsable del sector frutícola de Unión de Uniones, Josep Cabré. Los precios en origen en estos momentos son superiores a los registrados el año pasado por las mismas fechas, pero considera que la comparación es complicada precisamente por la disfunción a la hora de la salida al mercado. En realidad, dijo, "deberíamos comparar con los precios de dos semanas atrás el año pasado". El sector confía en tener una buena campaña, marcada por un descenso de la producción. La patronal catalana del sector, Afrucat, y la conselleria de Agricultura prevén que la producción descenderá, aunque solo un 2 por ciento en Lleida pese a las diferentes granizadas registradas en esta primavera tormentosa. Cabré apunta que si el mismo pedrisco hubiera caído ahora, sus efectos hubieran sido devastadores. El hecho de que fueran tempestades tempranas han permitido minimizar daños, aunque recordó que hay fincas en las que el granizo arrasó toda la fruta. Grandes competidores de la fruta de Lleida en los mercados, como son los casos de Grecia y Turquía verán reducida su producción. En el conjunto de Europa la caída estimada por el sector es del 7%. En cuanto a la calidad del producto que sale al mercado desde Lleida, Josep Cabré destaca que es muy buena. Además, otro factor muy importante a la hora de analizar el mercado es la situación de Murcia, que ha tenido una salida a la venta con retraso de hasta 10 días pero una comercialización fluida. En este sentido, Cabré descarta el solapamiento y la coincidencia en el mercado de la oferta de Murcia y de Lleida que tanto daño ha hecho en campañas anteriores. La demanda en estos momentos por parte de los consumidores es elevada y las altas temperaturas están jugando a favor de las frutas típicas de verano. "Calor es sinónimo de sandía, de melón, de nectarinas, melocotones y paraguayos", afirma el responsable del sector de Unión de Uniones. Según las estimaciones oficiales, la cosecha alcanzará las 160.050 toneladas de nectarina, un 2% menos respecto al año pasado, pero un 11% más en comparación con la media de los últimos cinco años. Le sigue el melocotón plano o paraguayo, con 98.640 toneladas, un 4% menos, pero un 1% más que en la media. El melocotón rojo, con 72.520, experimenta un aumento de a producción del 2% respecto al año pasado y de un 5% con la media de los últimos cinco años.