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Llamada urgente a la acción frente al cambio climático

09/10/2024
En: levante-emv.com
Digital
La Comunitat Valenciana acaba de cerrar el año hidrológico más seco de la última década y el más caluroso desde que hay registros. Las medidas urgen. El embalse de Pedrera en Alicante registra su mínimo históricos / Áxel Álvarez D. Pamies 09 OCT 2024 4:00 Hablar de los efectos del cambio climático en tierras como las de la Comunitat Valenciana, acostumbradas de antiguo a largas sequías y a terribles inundaciones, parece que es hablar más de lo mismo. El consenso científico entre los investigadores que apunta a la existencia de condiciones cambiantes en el clima, sin embargo, no deja resquicio a la duda. Las evidencias están ahí. La Agencia Estatal de Meteorología ha calificado el año hidrológico que acaba de terminar como el más seco de la última década en la Comunitat Valenciana. Significativo es el dato que ofrece el litoral sur de Valencia, con un déficit del 75 %. O Alicante, cuya media provincial ha alcanzado el 56 %, con zonas en las que apenas se han sumado 100 litros por metro cuadrado. Y, aunque la percepción de muchos no coincida, ha sido, además, el más cálido desde que se tienen registros. El proceso se encuentra, de momento, en sus primeros estadios, pero el impacto del cambio climático ya se hace notar . Diversos estudios de la Universitat de València avisan de que el calentamiento es el doble de rápido en zonas montañosas y del interior de la C. Valenciana, constatando un ascenso de hasta 1,5 º C. También las precipitaciones están cambiando. De especial importancia es su tendencia negativa en los sectores de cabecera de cuenca en las Confederaciones Hidrográficas del Júcar y del Segura, claves para el abastecimiento de agua del territorio. Son precisamente los recursos hídricos uno de los sectores más afectados por el cambio climático. «El clima de la Comunitat Valenciana es ya menos confortable térmicamente, especialmente en verano, por el impacto del calor nocturno con la proliferación de noches tropicales. Es un clima con lluvias más irregulares; llueve menos días al año y, cuando lo hace, cae con más intensidad». Eventos meteorológicos extremos como las olas de calor, las lluvias torrenciales o los temporales marítimos en primera línea de costa suceden con mayor frecuencia. Lo explica Jorge Olcina Cantos, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante y experto en climatología, riesgos naturales y ordenación del territorio. El agua es uno de los elementos centrales de esta crisis. Es también uno de los más determinantes para la Comunitat Valenciana. «Va a llover menos, de forma más desigual y vamos a tener campos de cultivo y ecosistemas más sedientos porque va a hacer más calor». Menos disponibilidad de agua en los momentos «más críticos, cuando más se necesita, en verano», remarca, por su parte, el ambientólogo y experto en cambio climático Andreu Escrivà i García. Ambos investigadores coinciden en la necesidad (y la urgencia) de adaptar el territorio y las actividades económicas de la Comunitat Valenciana a las nuevas condiciones climáticas. Una planificación que fije los nuevos usos del suelo, centrada en la buena gestión de los recursos hídricos y en la utilización de los que no dependan de la lluvia a través de la depuración y la desalación. Hablar de la gestión del agua en la Comunitat Valenciana, sin embargo, sigue siendo como mencionar la soga en casa del ahorcado. Sectores como la agricultura y el turismo deben amoldarse a las nuevas condiciones climáticas, señala Olcina. Hay menor disponibilidad de agua para una demanda que es alta tanto a nivel de producción agrícola como del consumo urbano, especialmente en ciudades turísticas en época estival. «Los turistas -recuerda Escrivà- gastan hasta tres veces más agua» que los ciudadanos de a pie de la Comunitat Valenciana. El turismo, advierte, «detrae una gran cantidad de recursos y algunos municipios superan su capacidad de carga». El catedrático alicantino, por su parte, señala además otro de los efectos provocados por el cambio climático que suele obviarse, pero tiene especial incidencia en la población: los riesgos físicos. Los protocolos de protección civil ante eventos atmosféricos extremos deben estar adaptados también a las nuevas condiciones climáticas. Más que una evidencia científica en el mediterráneo Los expertos e investigadores valencianos en climatología y riesgo físico insisten en que el cambio climático no es una creencia, es una evidencia científica. Es un proceso global que adopta condiciones regionales específicas. Es el caso de la Comunitat Valenciana. El Panel de Cambio Climático ha calificado a la cuenca del Mediterráneo como un «hotspot» de la crisis climática a nivel mundial. Es una de las regiones del mundo que más está notando los efectos del proceso de calentamiento climático. Por el calor que se acumula en el agua del mar y los eventos meteorológicos extremos como las olas de calor, lluvias torrenciales o los temporales marítimos. Para los investigadores, es una situación que obliga a adaptar el territorio y las actividades económicas de la Comunitat Valenciana a las nuevas condiciones climáticas. Las graves consecuencias de la sequía son apreciables en los cultivos / L-EMV Coincide el divulgador científico Escrivà en ese impacto directo sobre la salud de los ciudadanos. «El cambio climático repercute directamente en la vida diaria de las personas y en su salud, con una cantidad nunca vista de noches tórridas y tropicales que impiden descansar al organismo, máximas de récord y olas de calor». Se habla incluso de la expansión de enfermedades que se pensaban erradicadas, como la malaria, que podrían estar de regreso en determinadas situaciones de desastres naturales incrementados por el cambio climático. Otro de sus efectos más estudiados es la subida del nivel del mar. «Que alcanzara los 70 centímetros sería ya una salvajada, y la gente no es consciente de sus efectos reales». «Es tiempo de acción. Si no se diseñan planes efectivos de adaptación al cambio climático los efectos económicos serán notables» Jorge Olcina - Climatólogo y catedrático de la UA Lo explica Escrivà con un ejemplo que escuchó en boca de un geógrafo para ilustrar con precisión cuáles serían los efectos que notarían los habitantes del litoral. No se trata de que las casas sean inhabitables porque queden permanentemente sumergidas. Es que cuando se inunden varias veces al año «ya no vas a querer ir. No es necesario tener una visión apocalíptica para preocuparse, por eso no somos conscientes de las consecuencias». Incide en este punto en la importancia de una educación ambiental pública, transformadora y rigurosa como uno de los retos de la Administración. «Nos tenemos que dar cuenta de que esto es una realidad aunque cerremos los ojos. Esto va de nuestra salud, nuestro futuro y del legado que dejaremos a los valencianos y valencianas». Y, por supuesto, también de economía, «contante y sonante». El experto recuerda que en 2018 alertaba de que «habría algún día» en que se cerrarían los parques naturales para evitar el peligro de incendio. «Pensaba que pasarían décadas ... pues ya ocurrió en 2022». Una advertencia que retoma en lo que respecta a la subida del nivel del mar y que, sostiene, ya sufre la fachada marítima de la C. Valenciana. Su impacto en un litoral altamente dependiente de la economía turística, afectado además por otros fenómenos como la erosión costera derivada de la construcción de infraestructuras portuarias y la mayor frecuencia de fenómenos extremos no es difícil de predecir. «Hay edificios que se están construyendo ahora y que dentro de unas décadas habrá que derruir», mantiene. «Uno de los retos de la Administración es ofrecer una educación ambiental pública, transformadora y rigurosa» Andreu Escrivà i Garcia - Ambientólogo y divulgador científico Diagnóstico Olcina considera urgente la realización de un Informe de Cambio Climático en la Comunitat Valenciana. Un riguroso diagnóstico de la situación existente que sirva de base para la planificación de las actuaciones económicas y territoriales a desarrollar en los próximos años. En su opinión, no se está tratando el cambio climático con la importancia que requiere y destaca uno de los pocos redactados en la C. Valenciana: el Plan de Adaptación de Benidorm, que recoge más de 80 actuaciones a desarrollar en el municipio en los próximos años para ir preparándose ante los efectos del cambio climático. Es tiempo de acción, remarca. «Si no se quiere entender esto y diseñar planes efectivos, los efectos económicos serán notables, especialmente en la agricultura, en el turismo y en la propia salud de las personas». La crisis climática ha de percibirse como una oportunidad, también en la economía, para desarrollar acciones que estén en consonancia con los rasgos climáticos que se van registrando en los últimos años y que irán a más en los siguientes. Uno y otro coinciden en que «estamos a tiempo de desarrollar acciones que reduzcan este impacto». El impacto del cambio climático. n Suscríbete para seguir leyendo
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