A primeros de septiembre vio la luz el esperado informe de Mario Draghi sobre la competitividad de la Unión Europea y sus grandes retos de futuro. La idea básica, la que recorre sus más de 400 páginas, es que la UE tiene que afrontar "cambios radicales" porque si no lo hace corre el riesgo de "perder su razón de ser". Y no es fácil, porque Draghi reconoce que el escenario es feroz. Se trata de seguir en la promoción democrática de los derechos de los ciudadanos, pero al tiempo ser capaces de competir económicamente con Estados Unidos y China. El primero es un socio, lo que no quita para que la guerras comerciales asomen de vez en cuando (como ocurrió de manera descarnada con la administración de Donald Trump ). Pero mucho más complicadas son las relaciones con China, la gran fábrica del mundo. Y no es fácil porque el gigante asiático produce a unos precios difíciles de igualar (además, ahora ya con un alto nivel tecnológico) y porque no es un país democrático (una de las razones para que pueda fabricar tan barato). La presentación del informe Dragi le pilló a Pedro Sánchez en China . Fue su segundo viaje a China en 18 meses . El presidente del Gobierno español se reunió con el mandatario chino Xi Jinping . "Esperamos que España siga proporcionando un entorno empresarial justo, equitativo, seguro y no discriminatorio para que las empresas chinas inviertan y hagan negocios", dijo el presidente chino. "España apoya los principios del libre comercio y los mercados abiertos y no apoya una guerra comercial", respondió Sánchez. Sánchez y su homólogo chino, Xi Jinping. ARCHIVO Declaraciones, ya vemos, sí hubo. Los dos líderes tuvieron palabras a favor del libre comercio y la promoción de los intercambios culturales y el turismo. Sin embargo, no dijeron nada sobre lo importante, las disputas comerciales , que ya son varias. La última, la leche. Los lácteos La Comisión Europea anunció este lunes que ha presentado una solicitud de consulta ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), impugnando la apertura por parte de Pekín de una investigación antisubvenciones contra las importaciones de determinados productos lácteos procedentes de la Unión. China inició en agosto pasado su investigación sobre productos lácteos, centrándose en la leche y la nata con un contenido de grasa superior al 10% y en varios tipos de queso procedentes de la UE. La pesquisa se refiere a las subvenciones de la Política Agrícola Común de la UE, así como en determinados programas nacionales y regionales. Francia e Italia son los dos estados miembros que más afectados podrían resultar por la investigación china. La industria francesa exportó cerca de 200 millones de euros en 2023 a China en productos lácteos, y la italiana unos 100 millones. El coche eléctrico Este mismo año llegó el capítulo de la crisis comercial referido al coche eléctrico. China se está convirtiendo en una de las mayores potencias automovilísticas del mundo. Pero a la hora de venderlos, lo hace con las cartas marcadas. Eso es, al menos, lo que entiende la Unión Europea Bruselas considera que las subvenciones de China a esa parte del sector del automóvil son competencia desleal. A principios de 2024, varios paises de la UE, entre ellos España, expresaron su apoyo a un arancel del 36,7% sobre los vehículos eléctricos chinos. Finalmente, en junio, la Comisión le comunicó a Pekín que tenía intención de imponer un arancel de hasta el 38,1%. Según la UE, la penetración en el mercado interior del coche eléctrico venido de China daña a los productores europeos por estar subvencionados. Al final, desde julio, los "eléctricos" chinos pagan hasta un 47,6% de aranceles. China ya exporta más coches que Japón; en 2022 superó a ese país en número de exportaciones. Según los datos de ANFAC, durante ese mismo año se compraron en España vehículos chinos por un valor de casi 1.400 millones de euros. La carne de cerdo A lo del coche eléctrico, el Gobierno chino respondió con el cerdo. Sus autoridades iniciaron una investigación sobre las importaciones de carne de cerdo de la UE, asunto que afectaría mucho a los intereses españoles (somos el primer productor mundial de cerdo). En 2020, las granjas porcinas de China habían quedado diezmadas por una enfermedad porcina y el país tuvo que buscar en el extranjero para satisfacer la demanda interna. Así, las exportaciones de productos porcinos de la UE a China alcanzaron ese año un máximo de 7.400 millones de euros. Desde entonces, las exportaciones de carne de cerdo de la UE a China han disminuido, alcanzando los 2.500 millones de euros en 2023 . Casi la mitad de esa cantidad a llegó a los puertos chinos desde España. Excepciones a la norma Sí, hay problemas con los lácteos, los coches eléctricos y la carne de cerdo, pero de manera general, si observamos el total de las relaciones comerciales entre la UE y China, estas son normales. En 2023, el volumen de intercambios entre ambas partes rozó los 740.000 millones y sólo entre el 1 y el 1,5% está sujeto a restricciones comerciales. Los casos de guerra comercial, que son pocos, ilustran la necesidad que tienen los 27 de mejorar la balanza comercial con el gigante asiático. En 2022 el desequilibrio alcanzó un máximo histórico, en favor de China, de casi 400.000 millones. Negociar para enfriar la guerra Lo cierto es que no se ha dejado de negociar. El viernes pasado, el comisario europeo de la Competencia se reunió con autoridades chinas . No hubo acuerdo, pero aseguró que "intensificarían los esfuerzos por encontrar una solución aceptable". Se negocia porque los Estados miembros están apretando al Ejecutivo comunitario para que reconsidere sus posiciones. Hay miedo a una guerra mayor. En las últimas fechas, Sánchez y Scholz , el jefe de gobierno alemán, han presionado a la Comisión para que enfríe las disputas y rebaje las tasas de aduanas al coche eléctrico y a otros productos que vienen de China. Cómo reducir la dependencia con China Se trata de dinero, de comercio, pero también de geopolítica. En productos clave para la transición ecológica y digital , todo es tecnología, la UE necesita depender menos de China. Y eso, como ha venido a recordar el informe Draghi, necesita de financiación, de millonarias inversiones. En su documento, el expresidente del BCE instó al bloque comunitario a invertir 800.000 millones al año (casi el 5% del PIB europeo) para poder enfrentarse al escenario global. Es una de las dos sendas que Draghi propone para "reflotar" la Unión. La otra sería profundizar en el mercado único y favorecer el flujo del crédito e inversión privado.