UPA reclama a la Junta ayudas directas y rebajas fiscales para paliar los efectos de la ausencia de lluvias El campo empieza a dar las primeras señales de alarma ante la ausencia de precipitaciones. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía (UPA) alertó ayer de que la cosecha de aceituna de verdeo, cuya campaña arrancó el pasado lunes, podría reducirse a la mitad en relación a la media de las últimas cuatro debido al clima especialmente seco de los últimos meses. La organización agraria aseguró que este año «es el tercero más seco del siglo», jalonado por olas que calor que sitúan a la comunidad autónoma en un momento de «sequía meteorológica». Un panorama que padecen los agricultores y los aceituneros en particular, las «principales víctimas» de esta ausencia de precipitaciones. «El déficit hídrico acumulado durante el año agrícola, unido a las altas temperaturas, está poniendo al límite la arboleda y se empiezan a observar los primeros síntomas de agostado en fruto, principalmente en parcelas de secano y en riegos deficitario».
UPA pone cifras a los malos augurios. La producción de la variedad manzanilla podría reducirse en un 45 por ciento y la gordal hasta el 60. Pero la sequía no sólo está poniendo en jaque el verdeo. También las tormentas de granizo caídas el pasado 26 de agosto han provocado daños en zonas olivareras de la Campiña sevillana y de los municipios de Campillo y Sierra de Yeguas, en Málaga, y en La Carlota, en Córdoba. «La esperada lluvia se vio acompañada de pedrisco, con lo que el posible beneficio que hubiesen podido producir las precipitaciones se vio truncado por la depreciación de los frutos y los daños provocados en la arboleda e infraestructuras afectadas».
La organización agraria, además, recuerda otros problemas que afectan al sector, como la crisis de precios y la subida de los aranceles impuestos por Estados Unidos a la aceituna negra de mesa. En este contexto, exige a la Consejería de Agricultura que articule medidas de apoyo al sector, como ayudas directas, una moratoria de los préstamos o excenciones en las cuotas a la Seguridad Social. Junto a ello, propone la aplicación de un «módulo fiscal cero» para municipios vinculados a la actividad.
Si hay una provincia que depende del olivar es Jaén, donde las pérdidas de la cosecha ascenderán al 50 y 80 por ciento respecto al año pasado, según la organización COAG. Las precipitaciones están siendo demasiado escasas: el valor acumulado desde el inicio del año hidrológico es de 452 mm, un 23 por ciento por debajo de la media del mismo periodo de los 25 años anteriores, que ascendió a 584 mm. Las explotaciones olivareras de Porcuna, Fuerte del Rey y Martos son las más afectadas.