Unión de Uniones, tras analizar la Encuesta de Población Activa (EPA) actualizada este jueves 25 de abril por el INE, sigue constatando la caída de ganaderos y agricultores por cuenta propia, que son los que más sufren las inestabilidades y crisis del sector. La organización considera que se debe hacer una política agraria para apoyar a este colectivo, que es protagonista del tejido agrario y rural.
Según los datos que ofrece la EPA, entre 2010 y 2018, se ha pasado de una media anual de 345.500 trabajadores ocupados por cuenta propia en Agricultura, hasta 300.050, con una pérdida del 13,3 %. De estos, un 24,0% son mujeres, cuya pérdida de presencia, del 14,5%, ha sido ligeramente mayor que la de los hombres, del 12,6%.
Los datos del primer trimestre de 2019 reflejan una situación similar si se comparan con los datos del primer trimestre de 2010.
La organización se hace eco de que, frente a esta negativa tendencia de los agricultores ocupados por cuenta propia, contrasta la de los empleadores y asalariados del sector. Así, por ejemplo, de contabilizarse 45.750 empleadores agrarios en 2010, se ha pasado a una media en el año 2018 de 52.875. Sólo un 19,5% de estos empleadores son mujeres, pero entre 2010 y 2018 han crecido en un 36,4%, frente al 11,4% que han aumentado los empleadores hombres.
Preocupan que los datos reflejan una caída muy importante de los agricultores por cuenta propia
Por lo que respecta a los asalariados, en el período analizado, la media ha subido en un 16,8%, desde los 438.775 efectivos ocupados en 2010, hasta los 512,550 en 2018. En este caso, las mujeres representan un 21,5%, y su tendencia como trabajadoras por cuenta ajena va a la baja, en un 12,5 %, frente al incremento del 21,6% de los asalariados ocupados hombre en el sector agrario.
Los datos del primer trimestre de 2019, los últimos que aporta la EPA, no hacen sino confirmar las anteriores tendencias en el inicio del año, si se comparan con los datos del primer trimestre de 2018.
Para Unión de Uniones los datos del INE, que mantienen el número de ocupados del sector, pero con una caída muy importante de los agricultores por cuenta propia, reflejan que la agricultura es un sector que tiene un potencial económico sustantivo, pero también lo desacertado de las políticas agrarias que se están llevando a cabo, que perjudican sobre todo a los profesionales del sector y no incentivan el relevo general en el campo.
Para la organización las pequeñas y medianas explotaciones familiares, dirigidas por profesionales, constituyen una parte insustituible del tejido socioeconómico del sector y del medio rural. Por este motivo, Unión de Uniones ha venido reclamando con insistencia, y seguirá insistiendo en ello, una Reforma de la Política Agrícola Común que dé estabilidad a los precios en unos niveles dignos y remuneradores de su trabajo y de su aportación de bienes públicos, así como una redistribución de los pagos para que se concentren en los agricultores y ganaderos que viven fundamentalmente de esta actividad.