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La producción de cereales se hunde un 38% por la sequía y amenaza con más inflación

09/08/2023
En: eleconomista.es
Digital
La sequía empieza a pasar factura al campo y reaviva el fantasma de la inflación. En pleno veto de Rusia al grano ucraniano, el ministerio de Agricultura advierte en un informe sobre producción agraria, con datos de las comunidades autónomas, de una caída generalizada tanto en los rendimientos del campo como en la superficie cultivada. Aunque en dicho informe se advierte de que puede haber variaciones, las estimaciones de producción de cereales de otoño-invierno para la campaña 2023-2024 reflejan en este momento una caída del 37,8%, hasta 8,9 millones de toneladas. Es una cifra que se queda por debajo de la mitad de la que se alcanzó hace solo dos años, en 2021, cuando la producción de cereales se elevó hasta 19,3 millones de toneladas. Desde el ministerio de Agricultura se admite que "todos los cultivos experimentan bajadas de importancia, en especial la cebada de seis carreras (-39,8 %), el centeno (-39,4 %), el triticale (-39 %) y la avena (-36 %)". Y son caídas que, en caso de confirmarse finalmente, se sumarían, además, a las registradas ya durante la última cosecha, la de 2022. Caídas acumuladas El trigo, el cereal que contaba hasta ahora con una mayor producción y que es fundamental para la industria alimentaria, sufrirá por ejemplo una caída del 36% respecto al año anterior, pero se desploma a menos de la mitad respecto a 2021, desde 8,2 a 3,9 millones de toneladas. En la misma línea también, según los datos Agricultura, "en los cereales de primavera, los primeros avances de superficie cultivada de la cosecha 2023, muy preliminares, apuntan descensos tanto en sorgo (-35,3 %), maíz (-17,9 %) y arroz (-2,5 %)". Y algo parecido ocurre también con las leguminosas. Las primeras estimaciones son todavía muy preliminares, pero aún así presentan descensos en prácticamente todos los cultivos, en especial las lentejas, con una caída del 50,4%; los guisantes secos, con un 27,4% menos de producción o la veza para forraje, que se hunde un 26,3%. Aunque la tasa de inflación interanual avanzó en junio hasta el 1,9%, una décima por debajo del objetivo del Banco Central Europeo (BCE) y su menor nivel desde abril de 2021, el precio de los alimentos sigue generando numerosos quebraderos de cabeza al Gobierno. Y es que, aunque los precios se han moderado respecto al 12% que subieron en mayo, siguen todavía creciendo a doble dígito y en junio se incrementaron otro 10% interanual. Dependencia de Ucrania La situación se pueda agravar además porque España es el segundo país que más afectado se va a haber por el corte, por parte de Rusia, de la ruta segura del grano ucraniano por el Mar Negro, solo por detrás de China. Según los datos de la Organización de las Naciones Unidas, hasta julio de 2023, el gigante asiático es el principal comerciante de grano a través del mar negro, copando el 25% del mercado (7,96 millones de toneladas), seguida por España, con casi seis millones de toneladas; Turquía (3,24 millones); Italia (2,1 millones); los Países Bajos (1,96 millones) y Egipto (1,55 millones). En el sector agroalimentario español hay una unanimidad prácticamente total: "el precio de los alimentos no va a bajar". Esa es la máxima en la que coinciden prácticamente todos los estamentos de la cadena. "Si la sequía lo permite, habrá desaceleración, pero nunca bajada", aseguran las principales organizaciones, que coinciden, en cualquier caso, que habrá que esperar a 2024 para ver una normalización. El problema es que, de momento, la sequía no está permitiendo esa vuelta a la normalización. "Los precios no se van a ver reducidos mientras los costes de producción sigan disparados", aseguraba recientemente el presidente de Asaja, Pedro Barato. Y los hechos le dan la razón porque el precio de los alimentos, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), siguen creciendo a doble dígito. "La tendencia a la desaceleración continuará en los próximos meses si no ocurre nada raro", apuntaba poco antes del verano Mauricio García Quevedo, director general de Fiab, la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas, descartando igualmente que pueda haber una bajada. ¿Hacer previsiones? Para el director general de Fiab es difícil prever cómo acabará la inflación este año "porque dependerá de la categoría de productos, ya que hay cultivos que se han perdido por la sequía, con lo que la cesta de la compra variará mucho". Eso sí, la patronal alimentaria insiste en que la falta de agua puede ser un problema "serio" y urge la puesta a en marcha un "plan hidrológico", que incluya infraestructuras importantes y contemple planes de reutilización del agua. Relacionados El trigo sube hasta un 3,5% por la guerra en el Mar Negro España es el segundo país al que más le afecta el veto ruso al trigo ucraniano
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