La sequía severa que viene acumulándose desde hace dos años está matando las cepas y amenaza cosechas * El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia Las cepas del Alt Penedès podríamos decir que están en la UCI parafraseando el argot médico. La gran sequía severa que viene acumulándose desde hace dos años está matando las cepas y, si la situación continúa, podría darse por perdida el 80% de la cosecha de este año. Dos años de sequía continuada en el Penedès han dejado un subsuelo sin reservas de agua. Como consecuencia, la viña sufre de tal modo que muchas cepas ya están muriendo ante la mirada desesperada de un campesinado que, impotente, no puede hacer frente a una situación excepcional, nunca vista. La cepa no lloró cuando tocaba y ahora son los campesinos quienes casi lloran para salvar una producción que les puede abocar a la ruina total. Este reportaje fotográfico, realizado en Castellví de la Marca, en el Alt Penedès, muestra los efectos de la sequía en el viñedo, que no solo afectarán a la cosecha de este año, sino que tendrá un perjuicio para la siguiente. Existe el peligro de perder muchas cepas porque, aunque queden vivas, tampoco será rentable continuar trabajando. Los efectos colaterales también perjudicarán a otros sectores relacionados con el cultivo de la vid, como la maquinaria... lo que conllevara a una cadena de desastres en la zona. La sequía persistente y la situación climática extrema general que sufre el Penedès está poniendo en peligro la cosecha y la supervivencia de las cepas, que en julio ya se veían sin hojas, porque apenas habían brotado. Analizando datos de lluvia caída en el municipio de Castellví de la Marca, que es uno de los más afectados de toda la comarca del Alt Penedès, en un año de pluviometría normal de unos 650 litros, las cepas deberían tener unos 80-120 cm, pero que este año, habiendo llovido sólo 95 litros en los 12 últimos meses y con las olas de calor actuales, las cepas no brotan, han brotado muy poco o están muriendo. Este hecho provoca una pérdida significante de la cosecha, que en el mejor de los casos, estiman que solo se llegará a recoger en un 20%, pero que en los peores casos no se podrá recoger nada. La asociación Unió de Pagesos ha pedido en un comunicado tanto a la conselleria de Acción Climática de la Generalitat, como al ministerio de Agricultura, que el Alt Penedès sea declarada "zona altamente afectada por la sequía", teniendo en cuenta que, de sus 25.000 hectáreas, hay 20.000 afectadas. Prevén una pérdida del 80% de la cosecha actual. Por otra parte, la Unió de Pagesos, JARC y la Asociación de Viticultores del Penedès han revindicado una compensación con una cantidad entre 5.000 y 6.000 euros por hectárea para todos los afectados, ya que podrían perder entre el 80 y el 100% de la cosecha de este año, y les abocan a la inviabilidad de sus explotaciones, no solamente para este año sino para los venideros. Si hace medio año los socios de la cooperativa Covides , pronosticaron que unos 600 agricultores de la zona, en los próximos años, tenían previsto dejar los viñedos, ahora, con esta persistente sequia tan severa, podría adelantar el abandono de sus viñedos de inmediato. El problema que ha generado la sequía es que muchos viñedos se vean afectados para el próximo año con la muerte de muchas cepas. En los últimos 80 años no se tienen registros de lluvia tan escasa en el Penedès, los payeses más mayores no lo han vivido nunca ni tienen recuerdos de que sus antepasados haberlo comentado en sus vidas. Solo recuerdan que el territorio perdió todas las cepas con la aparición de la filoxera, que devastó los viñedos de toda Catalunya entre los años 1888 y 1890. Ahora, podríamos estar en una situación parecida. Para saberlo habrá que esperar al próximo año y comprobar qué viñedos subsistirán o cuántos no.