La industria láctea de España ha encadenado un año y medio de trabajo con uno de los precios de la materia primas más altos de Europa, tanto en sólidos como líquidos, según los datos del cuarto barómetro elaborado por la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL). De hecho, esta materia prima en los últimos 18 meses se ha situado a un precio más elevado que en países como Francia, Alemania, Holanda, Dinamarca o Portugal, tal y como avalan los datos publicados por la Interprofesional INLAC, entidad que forman ganaderos, cooperativas e industrias. Desde la entidad recuerdan que la leche española, en general, contiene menos sólidos que en el resto de Europa por cuestiones de climatología y alimentación de los animales, hecho que, aunque no afecta a la calidad de la leche, sí repercute a la baja en la cantidad de alimentos lácteos que se podrían elaborar con el mismo litro. Esta falta de competitividad de la leche española como materia prima está afectando, principalmente, a la categoría de quesos, sobre todo, los de vaca y mezcla producidos en nuestro país, que están siendo desplazados en los lineales y sustituidos por importaciones de bajo valor. En este sentido, durante el primer semestre del año, nuestro país importó 200.000 toneladas de quesos, un 15% más que en el mismo periodo de 2023, año en el que se importaron 173.000 toneladas de quesos, cantidad que era el récord hasta ese momento. Además, los datos publicados por la Agencia Tributaria también reflejan la entrada en España de volúmenes importantes de ingredientes lácteos, como la leche en polvo, que se utilizan en otras industrias alimentarias (pastelería, galletas, helados, etc.), de manera que los que se fabrican con leche española también están siendo desplazados. Por todo ello, las industrias lácteas nacionales se encuentran en un momento muy complicado, ya que a una leche como materia prima poco competitiva se unen las estrategias de la distribución consistentes en usar los lácteos como productos reclamo para la atracción de consumidores, sobre todo, la leche líquida UHT. Según el director general de FeNIL, "los altos costes que nos supone la materia prima y la guerra de precios de los supermercados, provocan en la industria láctea española un efecto sándwich que erosiona los márgenes de las compañías, sobre todo de las pymes, y pone en riesgo su rentabilidad a medio plazo".