INFORMACIÓN ACERCA DE LAS COOKIES UTILIZADASLe informamos que en el transcurso de su navegación por los sitios web del grupo Ibercaja, se utilizan cookies propias y de terceros (ficheros de datos anónimos), las cuales se almacenan en el dispositivo del usuario, de manera no intrusiva. Estos datos se utilizan exclusivamente para habilitar y estudiar de forma anónima algunas interacciones de la navegación en un sitio Web, y acumulan datos que pueden ser actualizados y recuperados. En el caso de que usted siga navegando por nuestro sitio Web implica que acepta el uso de las cookies indicadas. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra sección Política de cookies


La huella ambiental de la carne

21/11/2019
En: elperiodico.com
Digital
Los expertos alertan del efecto del consumo de la carne en la crisis climática Vacas en una explotación ganadera de Forkhill, en Irlanda del Norte. / EFE / JAVIER ETXEZARRETA Si alguien tiene dudas sobre impacto de la carne en el cambio climático , muchas de ellas quedan despejadas al leer un informe especial publicado este año por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), la organización que fija el consenso científico sobre este tema. Según el estudio el sistema de la alimentación genera entre el 25% y el 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático. La ganadería está entre los sectores que más contribuyen y muy en concreto las vacas, que son responsables de tres cuartos de las emisiones de la ganadería, según el informe. "Comer carne es ineficiente: los animales son alimentados con comida que ocupa tierra que podría alimentar directamente a las personas”, afirma Peter Scarborough , investigador especializado en clima y alimentación de la Universidad de Oxford. El concepto-clave es el "factor de conversión”. Se necesitan 10 kilogramos de proteína vegetal para obtener 1 kilogramo de proteína de vaca y oveja, porque mucha de esa energía se "pierde” en el metabolismo del animal. El factor es inferior en el cerdo (6 a 1) y en el pollo (4 a 1). "Criar animales requiere mucha más tierra, esta se obtiene desforestando y eso implica emitir dióxido de carbono (CO2) y eliminar sumideros de ello”, resume Scarborough. La digestión de los animales Sin embargo, el mayor impacto viene de otros dos gases de efecto invernadero: el metano producido por la digestión de los animales y el óxido de nitrógeno resultante de la fertilización de los campos para producir su comida. Scarborough resta importancia al transporte y al desperdicio de comida, que sin embargo el IPCC considera parte del problema. "Aquí en el Reino Unido, un tomate importado desde España tiene una pisada de carbono inferior a uno local, que necesita la energía de un invernadero”, explica. En cuanto a la pérdida de comida, afirma que es difícil de cuantificar y que ha existido siempre, desde que existe la agricultura[Office1] . "La huella de carbono de un vegano es la mitad de la de un carnívoro. Una familia vegana ahorra durante un año lo equivalente a las emisiones de su coche”, afirma el investigador, basándose en un estudio en el cual ha participado. "¿Eso quiere tienes que hacerte vegano? No. Una dieta compatible con los límites del planeta permitiría una porción de carne por semana, lo que se ha comido durante siglos”, afirma, basándose en otro estudio suyo. "Cualquier paso intermedio es mejor que no dar ningún paso”, coincide Paul Edwards, experto en historia del cambio climático de la Universidad de Stanford. "Evitar la carnes con peores emisiones, vaca y cordero; reducir el consumo de carne; hacerse vegetariano; comer carne vegetal…”, reza el investigador. Restricciones e impuestos Scarborough apuesta por empujar el cambio por medio de etiquetado, restricciones sobre los anuncios de carne, impuestos e iniciativas ejemplares. Por ejemplo, algunas universidades británicas han bandido la carne de sus comidas y países como Italia, Holanda y China tienen recomendaciones alimentarias que tienen en cuenta el cambio climático. No obstante, no es sólo cuestión de consumidores. "Mejorar la calidad del pienso, para reducir la fermentación en el estómago de los animales, y mejorar el procesado del estiércol, reducirían emisiones”, afirma Louis Verchot, investigador del Centro Internacional de Agricultura Tropical de Colombia. También los productores de carne puede contribuir. Scarborough apuesta por empujar el cambio por medio de etiquetado, restricciones sobre los anuncios de carne, impuestos e iniciativas ejemplares. Por ejemplo, algunas universidades británicas han bandido la carne de sus comidas y países como Italia, Holanda y China tienen recomendaciones alimentarias que tienen en cuenta el cambio climático. No obstante, no es sólo cuestión de consumidores. "Mejorar la calidad del pienso, para reducir la fermentación en el estómago de los animales, y mejorar el procesado del estiércol, reducirían emisiones”, afirma Louis Verchot, investigador del Centro Internacional de Agricultura Tropical de Colombia. También los productores de carne puede contribuir.
Fundación Bancaria Ibercaja C.I.F. G-50000652.
Inscrita en el Registro de Fundaciones del Mº de Educación, Cultura y Deporte con el nº 1689.
Domicilio social: Joaquín Costa, 13. 50001 Zaragoza.
Contacto Aviso legal Política de privacidad Política de Cookies