La Conselleria detecta más de una decena de plaguicidas en cítricos importados del país. La consellera Mireia Mollà denuncia el "doble rasero de la normativa europea en materia de calidad agroalimentaria"
Naranjas afectadas por la 'mancha negra' de Sudáfrica.
E.M. En el año en que Sudáfrica va a batir récord en exportación citrícola , el sector continúa exigiendo a la Unión Europea (UE) que incremente el control sobre la fruta importada de este país africano ante el elevado número de plaguicidas que ha detectado la Conselleria de Agricultura.
La última llamada de atención sobre la necesidad de aumentar el control sobre la entrada de fruta de Sudáfrica llega por parte de la eurodiputada del PSPV-PSOE Inmaculada Rodríguez-Piñero, quien ha presentado una batería de preguntas a la Comisión Europea sobre la entrada de cítricos provenientes de Sudáfrica con restos de plaguicidas prohibidos por la legislación europea con el objetivo de que la UE los inspeccione antes de su llegada.
Además, la eurodiputada también quiere saber si los agricultores de la Comunidad Valenciana serán compensados por esta competencia desleal de Sudáfrica.
Esta iniciativa llega después de que la Conselleria de Agricultura detectara residuos de hasta 14 sustancias plaguicidas en cítricos importados de Sudáfrica, dos ellas excluidas de uso en la UE.
COMPETENCIA DESLEAL Las autoridades sanitarias de la Comunidad confirmaron que en las naranjas, limones, mandarinas y pomelos procedentes de Sudáfrica hay presencia de carbendazima y propiconazol, dos sustancias activas de uso prohibido en la producción citrícola europea, según la última lista publicada por el Ministerio de Agricultura.
«El uso de estos plaguicidas supone una competencia desleal para los agricultores europeos que sí que cumplen con la normativa sanitaria y medioambiental», denuncia Piñero, para recordar que la última inspección en origen se hizo antes de la entrada en vigor del acuerdo UE-Sudáfrica.
Otra de las peticiones del PSPV es que a las inspecciones de la Comisión Europea acudan técnicos de la Generalitat o en su defecto del Ministerio de Agricultura.
Además, la eurodiputada socialista ha preguntado si la UE tiene previsto compensar a los agricultores europeos por la competencia desleal que supone que terceros países como Sudáfrica utilicen fitosanitarios prohibidos por la legislación comunitaria: «Los agricultores han tenido que realizar importantes inversiones para hacer sus explotaciones más sostenibles y cumplir con todos los criterios, así como recurrir a tratamientos biológicos con mayor coste , por lo que es injusto que terceros accedan al mercado común sin cumplir con estos mínimos».
Ante la «disparidad de controles» en los puertos europeos en materia de inspecciones, Rodríguez-Piñero ha reclamado conocer a través de cuáles se ha producido la entrada de las partidas de Sudáfrica y si se han detectado más alertas fitosanitarias.
Por su parte, la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, ha señalado que esta disparidad en las condiciones de producción pone de manifiesto « el doble rasero de la normativa europea en materia de calidad agroalimentaria». «La Unión Europea crea una situación de desequilibrio al consentir para los productos importados la presencia de sustancias activas -dentro de los límites- prohibidas en nuestra agricultura y en nuestra producción citrícola», ha señalado Mollà.
Los resultados de los análisis también constatan concentraciones de plaguicidas que rozan los límites de miligramos por kilo, entre los que destaca el imazalil, tratamiento contra el moho en los cítricos que la legislación, tanto estatal como comunitaria, obliga a declarar en la etiqueta del producto, así como hasta ocho residuos de pesticidas distintos.
«Los resultados ponen de manifiesto la competencia desleal sobre los productores valencianos que además de enfrentarse a la amenaza de plagas importadas , cumplen con exigencias y estándares de calidad y sostenibilidad superiores a los de sus competidores», ha señalado Mollà.
La consellera ha reiterado la necesidad de imponer fórmulas de reciprocidad comercial que igualen las exigencias fitosanitarias sobre los productores, una reivindicación que trasladó de nuevo al ministro de Agricultura, Luis Planas, en su visita a la Comunidad el pasado jueves.