La bodega familiar Alonso&Pedrajo, ubicada en la localidad de Villalba de Rioja, es la primera empresa riojana certificada B Corp por buenas prácticas.
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08-6-2025 - 10:25
LOGROÑO, 7 (EUROPA PRESS)
La bodega familiar Alonso&Pedrajo, ubicada en la localidad de Villalba de Rioja, es la primera empresa riojana certificada B Corp por buenas prácticas.
La certificación B Corp -con unas 300 empresas certificadas en el país, ninguna hasta ahora en La Rioja- distingue a las empresas comprometidas con el impacto positivo en las personas, el medio ambiente y la comunidad.
Es una de las certificaciones más exigentes del mundo en sostenibilidad corporativa, a la que se accede tras un riguroso proceso de evaluación en diferentes áreas como gobernanza, impacto ambiental, condiciones laborales, compromiso social y enfoque hacia los clientes.
En una tierra donde el vino es identidad, cultura y economía, no sorprende que la primera empresa riojana en obtener el prestigioso sello B Corp sea una bodega, en concreto, una joven bodega familiar ubicada en Villalba de Rioja, Alonso&Pedrajo Viticultores.
La empresa se incorpora al movimiento B Corp con una visión clara: demostrar que, desde lo pequeño, desde lo rural, se puede liderar un cambio profundo en la forma de producir, trabajar y vivir el vino.
A partir de ahora se une al selecto grupo de bodegas españolas e internacionales que cuentan con esta certificación: Alma Carraovejas, Bodegas Baigorri, Domaines Barons de Rothschild (Lafite) de Burdeos o la británico-portuguesa Symington Family Estates.
UN PROPÓSITO CLARO.
Lanzada en 2013 por las familias Alonso Castillo y Pedrajo Cárdenas, esta iniciativa comenzó con la recuperación de pequeños viñedos en los Montes Obarenes, en la finca La Cala.
Desde entonces, ha desarrollado un modelo con una visión transformadora: ser una unidad productiva viable, arraigada al territorio y orientada a la sostenibilidad ambiental, social y tecnológica.
El proyecto se basa en un principio clave: mínima intervención en el viñedo y en la bodega. Además, apuesta por la fijación de población en el entorno rural y la economía circular. Todo ello combinando conocimiento y tradición, con un punto de atrevimiento.
Las prácticas implantadas, que incorporan criterios de agricultura regenerativa, el cuidado del suelo, la gestión eficiente del agua y el respeto por la biodiversidad; son reflejo de una apuesta por producir sin agotar.
El compromiso va más allá de lo ambiental con iniciativas culturales, colaboración activa con la comunidad local y cuidado de su gente, lanzando un mensaje: lo importante es el impacto, no el tamaño, el cambio hacia una economía con propósito también puede empezar entre viñas.
Con esta certificación, La Rioja entra en el mapa B Corp internacional, junto a más de 9400 empresas de 105 países que persiguen redefinir el sentido del éxito empresarial. Y lo hace gracias a una pequeña bodega que ha demostrado que es posible tener impacto desde lo cercano, desde lo coherente y desde lo auténtico.