El mercado español se ha contagiado de la tendencia Hace ya mucho tiempo que el mercado español de los cereales dejó de depender de lo sucediese con la cosecha en nuestro país y la tendencia viene dada por lo que pasa en el exterior y, fundamentalmente, por lo que acontece en las plazas claves, como Chicago, París y en menor medida Londres. La evolución de las cosechas en Estados Unidos, Argentina, Brasil o Australia, por lejos que estén, también influye en las cotizaciones que se fijan en Salamanca, Ciudad Real, Zaragoza, Córdoba o Sevilla. Y, en estos momentos, el mercado interior de los cereales se caracteriza por una clara tendencia a la baja para desesperación de los agricultores que se dedican a este tipo de cultivos, que ven cómo los precios están en líneas generales por debajo de los costes de producción a los que tienen que hacer frente . Esta situación se debe a la confluencia de una serie de hechos, entre los que destaca fundamentalmente la abundante oferta procedente del exterior . A su vez, en los mercados internacionales y de futuros la tónica general es la de cotizaciones claramente a la baja, con mucho producto a la venta, mientras que la demanda está en cierta manera paralizada esperando que todavía haya más recortes. ¿A qué se debe esa situación en los mercados exteriores de cereales? Pues, según los analistas consultados, hay una serie de factores relacionados con la oferta que se deben tener en cuenta. En primer lugar, han aumentado las previsiones de producción de trigo en Rusia, lo que ha provocado que este país tenga mucha mercancía para exportar. En segundo lugar, Ucrania también necesita vender trigo al exterior para hacer frente a sus necesidades económicas derivadas de la guerra; como los rusos bajan precios, los de Kiev también lo hacen. Francia dispone en la actual campaña de mucho trigo para pienso y uno de sus mercados más cercanos es justamente el español, lo que contribuye a bajar las cotizaciones. Suma y sigue: en Brasil están terminando de recoger la cosecha de maíz, y también tienen una cierta prisa por vender. Finalmente, en Estados Unidos, otro país clave, la previsión de cosecha de este cereal es muy buena y en algunas zonas se estima que los rendimientos podrían situarse en nivel históricos. En resumidas cuentas, hay abundancia de oferta procedente del exterior. Mientras tanto, la demanda a nivel mundial no acaba de tirar todo lo que se esperaba, con los compradores a la espera de que todavía se produzcan más bajadas. La situación anterior, resumida en oferta abundante con demanda más bien justa , hace que las cotizaciones bajen casi todos los días en los mercados de futuros. La semana pasada no fue una excepción y, de viernes a viernes, en Chicago y para el vencimiento diciembre, se registró un recorte del 4%, mientras que en París la rebaja fue de 7 euros por tonelada; en el caso del maíz, en la plaza norteamericana se anotó una bajada del 1%, también para diciembre, mientras que en París la caída llegó a 4 euros tonelada para el plazo de noviembre. Mientras tanto, en los puertos españoles, las cotizaciones del cereal de importación bajaron una semana más: en el caso del trigo para alimentación animal, entre 3 y 5 euros; para el maíz la caída se situó entre los 2 y los 4 euros y en cebada se quedó tan solo en un recorte de entre 1 y 2 euros en comparativa semanal. Esta situación de bajadas se viene repitiendo día tras día, con alguna excepción puntual desde hace varios meses. Después de todo lo anterior, es lógico que la tendencia dominante en el mercado interior sea de bajadas. Según los operadores comerciales, lo primero a destacar es que la actividad fue muy escasa, con los compradores dispuestos sólo a realizar adquisiciones si el cereal era más barato que la semana anterior ; los precios bajaron para el trigo y la cebada de entre 2 y 4 euros. Si se analiza lo sucedido en las lonjas, en la mayoría de los casos abundaron los recortes, aunque también hubo repeticiones. Es lo que sucedió, por ejemplo, en Ciudad Real, con la cebada entre 173 y 179 euros por tonelada, muy por debajo de la barrera sicológica de los 200 euros; en ambos casos, la caída fue de 2 euros por tonelada. Los trigos que cotizaron en esta plaza repitieron, mientras que el maíz se pagó a 210 euros, con un descenso de 5 por tonelada. En Salamanca la cebada también retrocedió.