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Según el último informe coyuntural de Precios y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, "la caída de las temperaturas está provocando recortes de la oferta, que se traducen, por el contrario, en subidas generalizadas de los precios de los hortícolas.
Algunas de estas subidas han sido de muy elevada magnitud en la semana del 4 al 10 de enero y continúan en días posteriores, aunque hay que tener en cuenta que en diciembre bajaron también bastante por un exceso de oferta, que viene produciéndose casi todos los años en esas fechas y que afectó principalmente al pepino y, en menor medida, a otras hortícolas.
En esta primeros días de enero sobresalen, según el MAPA, los ascensos relativos registrados en berenjena (+193,28 %), calabacín (+102,26 %), brócoli (+59,39 %), tomate redondo liso (+58,26 %), pimiento verde italiano (+53,26 %) y pepino (+52,96 %), así como en menor medida en ajo (+23,97%), judía verde (+20,56%), coliflor (+14,16%), col/repollo (+11,39%)Por el contrario se produce un pequeño ajuste a la baja del precio medio en zanahoria (-2,48%) y patata (-1,52%).
Problemas y temores
Las consecuencias sobre los precios en origen-destino de la reducción de la oferta de muchas hortícolas se ha visto contrarrestado parcialmente por las dificultades logísticas de la distribución de estos productos en los mercados de destino, sobre todo en aquellas zonas más afectadas por la nieve y las heladas posteriores (Comunidad de Madrid, ambas Castillas, la parte oriental de Andalucía -Almería, Granada y Málaga), Región de Murcia, Aragón, La Rioja, zonas del interior de las CC.AA. de Valencia y Cataluña o la Cornisa Cantábrica).
Según declaraciones de Jorge Brotons, presidente de la patronal hortofrutícola, FEPEX, la disminución de la oferta durante estos días ha estado en torno a un 40% de media, dependiendo del producto, y afectando sobre todo a las hortícolas de temporada al aire libre y algo menos, aunque también bastante (sobre un 20% menos de oferta por heladas y retraso que acumulará el desarrollo de las plantas), a los cultivos de invernaderos.
El temor ahora del sector es que este recorte del volumen pueda alargarse durante estos meses de invierno y repercutir tanto en los precios de venta en origen, como sobre todo en el PVP, puesto que los intermediarios y las grandes cadenas de distribución, tanto a nivel interno, como en los mercados exteriores de destino, querrán mantener en cualquier caso sus márgenes, como suele suceder, trasladando esos mayores costes directamente al consumidor. Algo que se verá en el IPC de estos meses.
También se teme que un exceso de humedad en los campos provoque la aparición de hongos en los cultivos y, por tanto, haya una merma considerable en los rendimientos de producción.
Tal es así que, en algunos cultivos hortícolas, sobre todo en los más dañados por el frío y ese exceso de humedad, se da ya por concluida y por anticipado la campaña de invierno para centrarse ya en la próxima.
La otra cara de la moneda
La otra cara de la moneda es que la nieve caída y el agua que va a reportar por su filtración en el suelo mejoren la situación de acuíferos y embalses, teniendo en cuenta que se está produciendo un lento, pero paulatino deshielo al no producirse lluvias. Ello beneficiará a la próxima campaña de regadío y a la mayor parte de los cultivos, como el viñedo, que necesita el frío invernal, así como a otros extensivos de siembra posterior, a los frutales y a las praderas y pastos.