Los lectores escriben sobre el consumo de proximidad, la postura de Podemos frente al rearme, el esfuerzo de cuidar las relaciones y la sobreprotección El precio del plátano de Canarias no hace más que subir. Esta dinámica alcista comenzó hace un par de meses debido a la disminución de la producción y el aumento de la demanda. Estamos cansados de no poder consumir la calidad local debido a los precios desorbitados y de vernos obligados a recurrir al otro lado del océano o a África para obtener una opción más asequible. En un contexto mundial de guerra económica, se nos insta a apostar por la producción nacional para reforzar la economía y, de paso, cuidar el medio ambiente. Pero por muy concienciados que estemos, lo ecológico se ha vuelto un privilegio. Mientras Marruecos, Egipto, Brasil o Perú ocupan nuestra nevera, el plátano de Canarias se convierte en un bien casi de lujo en su propia tierra. Lucas Calzada Calero. Valencia La guerra de Podemos Hace poco más de tres años, Rusia atacó militarmente a Ucrania y hoy ocupa parte de su territorio. Desde el principio, Podemos abogó por resolver este conflicto pacíficamente y por la vía diplomática. Parecían haber olvidado que ya en 2014 Rusia se había anexionado por la fuerza la península ucrania de Crimea. Entonces prevaleció el ideal de los de Ione Belarra: preservar la paz y evitar el conflicto bélico. Y ya hemos visto para lo que sirvió. Por eso, insistir en la misma propuesta de solución para la situación actual es estar fuera de la realidad, y resulta francamente ridículo que califiquen como "señores de la guerra" a quienes optaron por ayudar militarmente a Ucrania. ¿Qué otra propuesta tiene Podemos? Armando Alfonso. Santa Cruz de Tenerife Engañoso autocuidado Nos enseñan a poner límites, pero no a sostener vínculos. Cada día percibo más de cerca cómo el discurso del autocuidado es un arma de doble filo que nos trae de vuelta el individualismo del que venimos huyendo. Un enfoque individualista consiste en relacionarse viendo solo qué me aporta el otro. En cambio, un enfoque relacional exige pensar también qué le aportas tú. Porque un vínculo es una suma. Es peligroso cuando me centro en lo que el otro debe darme y nunca en lo que yo le debo también, aunque a veces suponga un esfuerzo. Nada "fluye" sin más. El entendimiento se trabaja; el amor, sea en la forma que sea, se crea. Andrea Traverso Fernández. Barcelona Los frigoríficos Esta mañana, mientras iba en el metro a trabajar, escuché una conversación ajena, de esas a las que es difícil quitar el oído. Con un tono de hartazgo, la mujer que viajaba a mi lado, de unos 40 años, hablaba por teléfono con quien, me figuro, era su marido y padre de la protagonista de la historia. Le decía: "Acuérdate de ir a recoger a Julia; te has olvidado de sacar los filetes del frigorífico, ¿y qué va a comer?". Y con esa frase, me di cuenta de que el mundo se divide, casi siempre, entre los que usan la palabra "frigorífico" frente a los que usamos "nevera". Y, por supuesto, entre los que tienen siempre que recordar, frente a los que viven en la comodidad de que les hagan el recordatorio. Sofía Trigo Buide. Madrid