Las estadísticas indican que la cosecha ha sido bastante inferior a la media por los efectos de la sequía, pero algo mejor que la temporada anterior La campaña olivarera acaba en Córdoba con una cosecha más mermada de lo que se esperaba Labores de recogida de la aceituna en una finca de Puente Genil (Córdoba) valerio merino Por segundo año consecutivo ya ha finalizado en Córdoba con bastante adelanto respecto a lo que es habitual, la campaña olivarera 2022-2023, según aseguran desde la Junta de Andalucía y los distintos representantes del sector oleícola consultados por ABC. Las estadísticas actualizadas al mes de marzo indican que la cosecha ha sido bastante inferior a la media por los efectos de la sequía, pero algo mejor que lo producido en la temporada anterior y también por encima de las previsiones se manejaban al comienzo de la recolección. En sentido contrario se han comportado los precios del aceite, que han llegado desde principios de este año a unos niveles desconocidos, aunque en el último mes y medio se ha registrado una importante bajada que puede marcar un cambio de tendencia. Todo ellos en un clima de inestabilidad del mercado, según los actores preguntados, por las bajas existencias en los almacenes, aunque no hay temor a un hipotético desabastecimiento. Las últimas estadísticas sobre la producción publicadas por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) indican que las 189 almazaras repartidas por toda la provincia habían molturado a fecha del 31 de marzo un total de 150.084 toneladas de aceite. Se trata de una cuantía más reducida de lo normal, pero es mayor a lo que preveía el Gobierno andaluz en octubre del pasado año cuando estimaba para Córdoba una cosecha de apenas 143.000 toneladas. El crecimiento del rendimiento económico de la firma, con amplia presencia en Córdoba, es del 14% Además, estos números, que no son definitivos a falta de pequeñas aportaciones que hayan podido hacerse en los primeros días de abril, suponen un incremento de algo más del 4 por ciento con respecto a lo molturado en la campaña 2022-2023. El último informe de coyuntura de la Delegación Provincial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural analiza este periodo productivo al señalar que «se trata de una segunda campaña consecutiva de producción muy baja, manteniéndose la tendencia de cada año de adelanto y menos tiempo de la recolección, por los que los rendimientos grasos tienden también a reducirse, aunque este año han sido excepcionalmente bajos, al situarse en el 16,55 por ciento». La secretaria general de la Asociación Cordobesa de Almazaras Industriales (Acora), Macarena Sánchez, señaló que «ha sido una campaña complicada en todos los sentidos, ya que, en cuanto a la producción, no se ha obtenido el volumen de aceite de oliva suficiente como para atender las necesidades del mercado». Al mismo tiempo, esta representante empresarial apuntó que, en lo que se refiere a la comercialización , el comportamiento del mercado está siendo anómalo pues llevamos más de dos meses con una actividad muy baja, lo que dificultan las operaciones de venta». Dos jóvenes trabajadores en una finca de olivar en Puente Genil valerio merino Dos jóvenes trabajadores en una finca de olivar en Puente Genil valerio merino No obstante, desde Acora lanzan un mensaje de tranquilidad a los agricultores ante esta situación. En esta misma línea se pronunció el presidente de Almazaras de la Subbética, Francisco Serrano , quien mostró su preocupación por el hecho de la baja cosecha, el nivel de salidas actual de aceite y el bajo nivel de existencias de Italia, lo que puede provocar la llegada de importadores transalpinos en busca de zumo de aceituna español. Feragua señala que las precipitaciones hacen prever «una buena campaña» del olivar tras dos muy cortas en fruto «Esto puede provocar momentos de tensión en los mercados porque las cifras van a estar muy justas para llegar a la siguiente campaña, aunque no creo que se produzca una situación de desabastecimiento », afirmó el también vicepresidente de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Priego de Córdoba. «Las existencias están muy ajustadas y nos tienen que durar hasta noviembre cuando ya contaremos con una nueva cosecha», según afirmó el máximo responsable de la DOP de Lucena , Francisco de Mora. Hay que tener en cuenta que a finales de marzo había almacenadas 90.261 toneladas en las almazaras de la provincia, una cantidad especialmente baja si se tiene en cuenta que faltan cinco meses y medio para el inicio de la próxima campaña. Los precios se han mantenido altos durante elevados durante toda la temporada, aunque al final de la misma se ha producido un cierto descenso. El kilo del « oro líquido » virgen extra se pagaba la semana pasada a 7,56 euros. El pico máximo se alcanzó en febrero cuando se llegó a los 9,24 euros, con lo que desde ese momento se ha contabilizado una bajada del 18 por ciento. Bien es verdad que respecto a abril de 2023 la cotización es superior en un 33 por ciento. Nerviosismo entre los operadores Todos los expertos consultados coinciden en señalar que el motivo principal de este abaratamiento en la mejora de las perspectivas de la próxima campaña a raíz de las ingentes lluvias de marzo . Con respecto a las previsiones de lo que pueda pasar en los próximos meses, los análisis son distintos. «Hay mucho nerviosismo entre algunos operadores , pero creo que en las próximas semanas podemos asistir a un mantenimiento de los precios o, incluso, a momentos de ciertas subidas», según aseguró De Mora. Por su parte, Sánchez indicó que «si continúan los actuales niveles de salidas, no hay motivos para pensar que el precio pueda bajar, pero si se incrementa la oferta en un mercado sin operaciones como consecuencia de la lluvia y de unas buenas previsiones para la próxima temporada, se producirá una bajada de forma irremediable». Los beneficios del agua para el olivar Como agua, en este caso, de marzo. Así valora el sector oleícola cordobés las lluvias caídas el mes pasado y sus efectos beneficiosos en el olivar. El presidente de Almazaras de la Subbética , Francisco Serrano, afirmó que estas precipitaciones «han sido oro molido para el campo dada la situación de estrés hídrico que sufríamos». Este directivo indicó que «toda el agua que han captado los embalses da mucha tranquilidad a los agricultores , sobre a los propietarios de plantaciones de riego porque van a poder contar con mejores dotaciones para la campaña de verano». La secretaría general de Acora, Macarena Sánchez , aseveró que, «sin duda, estas lluvias van a ser claves para que pueda haber una mayor cosecha en la próxima temporada, aunque no será la única variable que influya en el volumen de producción».