Barcelona, 24 may (EFE).- Aumentar la regeneración de aguas residuales, obligar a que los nuevos edificios tengan sistemas de reutilización de aguas grises y convertir las ciudades en "esponjas" que aprovechen la lluvia son algunas de las alternativas que propone un estudio liderado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Barcelona, 24 may (EFE).- Aumentar la regeneración de aguas residuales, obligar a que los nuevos edificios tengan sistemas de reutilización de aguas grises y convertir las ciudades en "esponjas" que aprovechen la lluvia son algunas de las alternativas que propone un estudio liderado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). El trabajo, liderado por Hug March, con la colaboración de los geógrafos especializados en recursos hídricos de la UAB David Saurí y Santiago Gorostiza, y que publica la revista 'Water Alternatives', ha analizado los casos de aprovechamientos de aguas en el área metropolitana de Barcelona. "El clima nos lleva a un escenario en que nos tendremos que acostumbrar a aprovechar el agua regenerada", ha subrayado March, que constata que "las aguas regeneradas sean una opción cada vez más plausible para minimizar los episodios de escasez". March, catedrático de Economía e investigador del Laboratorio de Transformación Urbana y Cambio Global del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la UOC, ha analizado algunas iniciativas que ya exploran esta vía en el área metropolitana de Barcelona y ha estudiado su viabilidad y el impacto que supondría generalizarlas. El trabajo constata que la reutilización de aguas regeneradas para usos de agua potable no se contempla en España, pero se considera aceptable la reutilización indirecta, devolviendo estos caudales al medio natural para ser captados de nuevo posteriormente. Este es el caso que se ha puesto en marcha en el Llobregat, donde la depuradora de El Prat trata las aguas residuales y, una vez libres de contaminantes, las bombea por una cañería río arriba y vuelve a mezclarlas con el caudal fluvial. Esta mezcla se produce unos ocho kilómetros aguas arriba de la planta potabilizadora de Sant Joan Despí, que capta y trata agua del Llobregat para canalizarla al sistema de abastecimiento de Barcelona. "El episodio de sequía actual ha acelerado la reutilización indirecta del agua regenerada", ha constatado March, para quien la reutilización indirecta del agua recuperada con fines potables en el Llobregat es un proyecto que ha sido posible gracias al Plan de emergencia en situaciones de sequía de Cataluña que la Generalitat aprobó en 2020 y que permite este uso en escenarios de excepcionalidad o de emergencia. Hasta entonces sólo se usaban caudales de agua regenerada con fines agrícolas, limpieza y riego urbano o medioambientales, por ejemplo, como barrera hidráulica para evitar la intrusión salina en el acuífero del Llobregat. "Introducir este tipo de medidas siempre es más fácil en un contexto de sequía como el actual, porque es evidente que, con el cambio climático, nos tendremos que acostumbrar al aprovechamiento indirecto de agua regenerada para reforzar el sistema de abastecimiento de agua en el ámbito metropolitano", ha argumentado el catedrático de la UOC. En este sentido, David Saurí ha admitido que "puede haber cierto rechazo social a este tipo de prácticas", pero recuerda que el agua regenerada del Llobregat "es perfectamente apta, está muy controlada y puede llegar a ser de más calidad que la del propio río". Saurí cree que, "tengamos o no sequía, el agua regenerada acabará formando parte del sistema de abastecimiento habitual", pero también apuesta por otras opciones: "Tendremos que explorar el concepto de ciudad esponja de los chinos y aprovechar mucho más el agua de lluvia". En Cataluña se prevé la construcción de más de 25 plantas de regeneración, una de las cuales se plantea que replique en el río Besós el modelo que ya está en marcha en el Llobregat. "Es plausible suponer que en las próximas décadas el agua regenerada constituirá un componente importante de las carteras de recursos hídricos, especialmente en las zonas urbanas", auguran los autores. March ha propuesto extender a otras zonas de España la regeneración de aguas que, según él, "podría ser una salida interesante para zonas urbanas con un entorno agrícola importante y cercano, como Alicante". "Se podría llegar al intercambio de los derechos de agua, por ejemplo, haciendo que los agricultores cedan a la red potable el agua que tienen para regar y, a cambio, utilicen el agua regenerada para los cultivos y reciban una posible compensación", ha puntualizado. REUTILIZAR AGUAS EN EL MISMO EDIFICIO El otro caso que han estudiado es el que ha implementado Sant Cugat del Vallès (Barcelona), donde la normativa municipal obliga desde 2002 a construir los edificios de ocho apartamentos o más con un doble sistema de cañerías para que las aguas grises -la de las duchas, bañeras y lavamanos- se almacenen y se traten en el mismo edificio para ser aprovechadas para la cisterna de los retretes. Es un proyecto que, según los estudiosos, no se ha reproducido en otros puntos y no parece tener un futuro muy prometedor en cuanto a escalabilidad en el ámbito metropolitano. EFE fjn/pll