Los ganaderos aragoneses muestran su sorpresa y preocupación por la nueva estrategia nacional ante esta enfermedad que afecta al ovino y bovino, aunque el Gobierno aragonés les ha trasladado que ese año mantendrá la compra y distribución de vacunas.
La ganadería de ovino es la más afectada por la enfermedad de la lengua azul.
Antonio García
A pesar de la propagación por todo el territorio español de cuatro serotipos de la lengua azul, una enfermedad que afecta al ganado bovino y ovino pero no tiene consecuencias para el humano, el comité Rasve (Red de Alertas Sanitarias Veterinarias), integrado por todas las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, han acordado un cambio de rumbo en la estrategia de lucha contra esta enfermedad que "sorprende" y "preocupa" a los ganaderos afectados.
La vacunación deja de ser obligatoria y será ahora el ganadero el que decida si quiere inmunizar a sus animales. Y no será necesario realizar PCR ni habrá además restricción de movimientos para ganado ovino ni bovino, salvo presencia de síntomas clínicos de la enfermedad en los animales. Un cambio de estrategia que el comité justifica por "la dificultad de vacunar en gran parte del territorio frente a tres o cuatro serotipos, la resistencia del sector vacuno a mantener esta inoculación frente a una enfermedad que no les afecta clínicamente así como a la falta de stock para realizar una vacunación obligatoria en las zonas afectadas en un tiempo razonable".
Esta decisión ha caído como un jarro de agua fría entre las organizaciones agrarias aragonesas que este lunes han mantenido una reunión con la directora general de Calidad y Seguridad Alimentaria, Aitziber Lanza, para analizar dicho acuerdo. Durante el encuentro, Lanza ha dejado claro que pese a dicha voluntariedad, el Gobierno de Aragón sigue recomendando la vacunación como "medida más eficaz para evitar la transmisión de esta enfermedad".
Te puede interesar
Mujer rural en Aragón: el 23% son titulares de las explotaciones agrarias, pero solo el 16% tiene a una como jefa
Prueba de ello es que el Departamento de Agricultura está realizando las gestiones oportunas para obtener un stock de vacunas contra el serotipo 3 (el de consecuencias más graves) . Y, según han asegurado los representantes de las organizaciones agrarias tras la reunión, Lanza les ha trasladado que durante este año y como medida transitoria el Gobierno aragonés se hará cargo de la compra y distribución de las vacunas, pero no de su aplicación , que tendrá que correr a cargo del ganadero, excepto en las zonas ahora con restricciones.
Esta nueva estrategia "preocupa y mucho" al sector ovino, ha destacado la representante de UAGA , Natalia Fanlo, que ha advertido además no solo del incremento de costes, sino también de las dificultades para disponer de vacunas en un mercado en el que se producen continuas roturas de stock y, especialmente, en la expansión de la enfermedad y en concreto del serotipo 3, el más peligroso y que todavía no ha llegado a Aragón.
Unos argumentos en los que han coincidido también los representantes de UPA -Aragón y de Araga , Francisco Santolaria y Claudia Patón, respectivamente. "Hay mucha preocupación porque el serotipo 3 esta cerca de Aragón y es de todos sabido que allí donde ha atacado está haciendo estragos con una mortalidad de hasta un 25% en ovejas buenas", ha señalado Santolaria, que ha pedido a la Consejería agilidad en la distribución de las vacunas para que puedan inocularse antes de la cubrición del ganado.
"Habría que apoyar más al sector" , ha añadido Patón, que ha advertido que si la enfermedad se extiende y el temido serotipo 3 llega a las explotaciones de la Comunidad "las consecuencias en el ovino van a ser graves".
Menos crítico se ha mostrado el representante de Asaja Aragón, Ramón Solanilla. "Todo lo que sea facilitar los movimientos y no perjudicar con restricciones al ganadero es bueno", ha señalado, si bien ha recomendado la vacunación "porque es el método más eficaz" para frenar la propagación de la enfermedad.
Conforme a los criterios de