Si de algo se sienten orgullosos en esta bodega, es de ser la única del territorio leridano capaz de elaborar vinos que representan tres siglos distintos de la tradición vitivinícola de la zona. Cinco viñedos plantados en distintas épocas; 1889, 1930, 1935, 1999 y 2006, como herramienta para tejer toda esta historia que aquí te contamos, y que promete. Lagravera elabora vinos espectaculares, singulares y con personalidad propia, en un total de 5 fincas que suman 24 hectáreas en torno a esta sierra. La bodega se halla ubicada en Alfarràs (zona Costers del Segre). En la naturaleza del paisaje resaltan las zonas blanquecinas que delatan la gran acumulación de yeso de la sierra, que constituye también parte de todos los suelos de sus viñas. Este mineral aporta frescura y sapidez a los vinos, en una zona de clima continental por su situación aislada de la influencia del mar, que provoca que sus alcoholes sean moderados, dotándolos de un gran equilibrio y un perfil muy gastronómico. El proyecto nace en 2005 con la recuperación de una antigua gravera, donde se plantan inicialmente 14 parcelas con intención de dar vida a ese espacio yermo, recuperando además la tradición vitivinícola de esa zona de viñas desaparecidas llamada "El llano de las viñas", y donde este cultivo tuvo muchísima importancia antes de la llegada de la filoxera. Lagravera es hoy en día un proyecto internacional con vinos de gran calidad, referentes de la provincia de Lleida , y avalados por la crítica especializada. Probar vinos de Lagravera es toda una experiencia, pues cada uno firma un estilo distinto, acorde a la expresión única de un paisaje, cuyo vector de conexión es la influencia de la presencia de la cordillera de yesos más larga de Europa. Avalados por una gran trayectoria con numerosos reconocimientos, entre los cuales la 'Guia de Vins de Catalunya', sitúa sus vinos con sus puntuaciones como los mejores vinos de Lleida, y entre los más destacados de Cataluña. Son vinos distintos, siguiendo la coherencia de la personalidad de sus parcelas, sus variedades, y gracias también a la elaboración por parte de un equipo que los cuida mediante la mínima intervención. ÓNRA es complejidad, amplitud, frescura, y carácter, capaz de mostrar la personalidad del paisaje desde el primer segundo. Su añada 2017, que podéis catar en esta selección de Casa Gourmet , es un coupage de garnacha (75%) y cabernet Sauvignon (25%). Este tinto invita a degustar la riqueza frutal, y la variedad de suelos del paisaje de "La Serra Llarga". Es fresco, afrutado y sabroso. Dicen que escogieron 'Honra' (sin -h) para denominar a este vino, porque la Honra es un honor que se lleva en el corazón y también es el nombre de la familia propietaria escrito al revés. Ónra tinto ha conseguido la medalla de oro en diferentes ediciones del certamen Grenache du Monde , concurso mundial especializado en vinos de garnacha. También la afamada guía del crítico Robert Parker ha destacado su calidad-precio, otorgando a Ónra tinto y Ónra blanco 90 puntos, respectivamente. Parker también ha reconocido otros de sus vinos con puntuaciones superiores. Por ejemplo, su tinto Cíclic obtiene 93 puntos; y el blanco y el tinto La Pell, de sus parcelas de "El Vinyet", consiguen 94 puntos. Los vinos de LA PELL destacan por su sutileza y valor histórico. Su crianza se realiza en diferentes recipientes según el estilo de la parcela, usando desde maderas como la acacia, tinajas hechas con la arcilla de la propia finca, o damajuanas de cristal. El nombre alude al aspecto casi hueco de alguno de los troncos de las viñas (parece que solo haya piel), pero que, milagrosamente, resucitan con cada nueva brotación. "Tenemos un vino para cada momento gastronómico" explica Pilar Salillas, "porque el vino está hecho para acompañar comidas de distintos estilos". Podemos, por ejemplo, hacer un recorrido en vinos tintos que nos pueden llevar desde la ligereza de un Lagravera clarete natural hecho con monastrell vendimiado temprano y ancestrales, a un tinto etéreo de La Pell de la parcela de Pedrisses, hecho con variedades de principio de siglo XX, o a Cíclic tinto elaborado con la garnacha "grand cru" lleno de textura. Lo cierto, es que la magia del ensamblado de varias parcelas y variedades crea un equilibrio mágico en nuestros vinos". Lagravera trabaja con una filosofía de máximo respeto por los procesos naturales, siguiendo los principios de la biodinámica, siendo la única bodega certificada Demeter de la provincia. "Somos diferentes por naturaleza", explica Pilar Salillas, directora general y enóloga de Lagravera . Recuperan prácticas agrícolas ancestrales como el pisado de la uva, la observación de los astros y de su entorno, o la fitoterapia, para poder elaborar el mejor vino manteniendo las viñas sanas y libres de plagas, y disminuyendo drásticamente el uso de químicos. Son un referente en la recuperación de viñedos viejos de la zona y gracias a sus estudios de biodiversidad de los últimos 10 años han podido identificar junto con el INCAVI, más de 20 variedades locales y ponerlas en valor. Luis Gutiérrez, de The Wine Advocate explica: "Lagravera trabaja principalmente con variedades tradicionales antiguas que no están permitidas por la denominación. Están recuperando variedades y ahora venden la mayoría de sus vinos sin denominación de origen, pero creen que merece la pena recuperar uvas para hacer algunas vinificaciones experimentales. Estén atentos a los próximos años". Lagravera distribuye sus vinos en más de 20 países y aunque su principal mercado natural es Cataluña, está pisando fuerte en Australia, Holanda, Japón, EEUU y Colombia. Las opciones enoturísticas en Lagravera son diferentes, como lo son sus vinos. Puedes hacer una visita al uso, pero también ofrecen experiencias únicas como: picnics en medio de los viñedos, rutas en BTT o subidos en un globo con cata de vinos, glamping con música en "Lagravera fest" o incluso experiencias de maridaje acompañadas con un rebaño de ovejas, cada año sorprenden con alguna novedad que deja claro que son diferentes por naturaleza en todo.