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El supermercado que lucha por la soberanía alimentaria en Barcelona

13/05/2024
En: lavanguardia.com
Digital
Food Coop es una cooperativa sin fines de lucro atendida por sus propietarios El pasaje Aragó se erige como un oasis de tranquilidad en contraste con el ajetreo que caracteriza al resto del distrito del Eixample. Es por esta razón que un grupo de socios decidió establecer allí Food Coop, el primer (y hasta ahora único) supermercado cooperativo de Barcelona. La idea de asociarse con el fin de autoabastecerse no es nueva y este tipo de supermercados existen desde hace décadas en otras capitales del mundo. Sin embargo, no muchos barceloneses saben de su existencia en la ciudad. "No tenemos ánimo de lucro, intentamos acercar productos de mayor calidad a un precio asequible y apoyar al productor de proximidad ", explica Rosa Rovira, una de las socias de Food Coop. El proyecto en Barcelona surge a partir del supermercado Park Slope, en Brooklyn, Nueva York, que abrió sus puertas en 1973. Funciona básicamente de la misma forma: los socios pagan una cuota inicial para entrar (en Barcelona es de 10 euros), acceden a productos de mayor calidad a un precio menor y, a cambio, colaboran con el funcionamiento del local tres horas al mes. "Son tareas sencillas, como reponer productos o trabajar en la caja". Este sistema permite reducir los costes operativos y así conseguir precios más asequibles. La principal diferencia de Food Coop con su predecesor norteamericano, es que asociarse no es un requisito obligatorio. Cualquiera puede entrar a comprar. Pero solo los socios acceden a los precios especiales reducidos y pueden participar en los comités que eligen qué productos están en las góndolas. Los socios colaboran en el local tres horas al mes y acceden a productos de calidad a un precio menor A simple vista parece un supermercado común, "pero si te fijas en los detalles, todo es diferente", asegura Rovira. La presencia de envases plásticos es prácticamente nula. La gran mayoría de los productos se ofrecen a granel. Hay un rincón comunitario, con una mesa y una pequeña biblioteca. Los socios dejan libros y hasta recetas para compartir con el resto. "La idea detrás de esta colaboración no solo es contribuir con mano de obra, sino también fomentar un sentimiento de comunidad entre los socios". En Food Coop se consiguen casi todos los productos esenciales que se venden en un supermercado común, pero con algunas excepciones. Las frutas y verduras son solo de proximidad y temporada. También venden carne, aunque no está exhibida en las góndolas. "La vendemos por encargo, es muy delicada y genera muchos residuos". Uno de los objetivos de la cooperativa es intentar no tirar nada. "Cuando algo no está tan fresco lo ofrecemos con descuento y si nadie lo compra, tenemos alguien que se lo lleva y lo convierte en compost". Uno de los principales objetivos cuando se creó la cooperativa fue poder apoyar a los productores de proximidad que cumplen con los requisitos ambientales de calidad que no se exigen en otras partes del mundo."La supervivencia de nuestros agricultores se ve amenazada por una competencia global que ejerce una fuerte presión sobre los precios -explica Esther, socia desde el comienzo del proyecto- nuestros productores locales no están sujetos a los mismos estándares que los productos importados." El supermercado Park Slope de Brooklyn acumula hoy más de 17.000 socios. La Louve, inaugurado en París en 2016, tiene unos 6.000. En España, existen diez supermercados cooperativos. Uno de los más grandes es La Osa, ubicado en Madrid, y cuenta con alrededor de 1.500 socios. Desde su apertura en 2022, Food Coop ha logrado reunir 600 socios y, lentamente, busca crecer cada vez más. La cooperativa ya cuenta con envíos a domicilio en bicicleta, gracias a una colaboración con la empresa de delivery responsable Mensakas, y, en breve, estrenarán una tienda online.
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