Pilar Mazo| Aldeanueva de Ebro (La Rioja) (EFE).- La Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja afronta una de las cosechas más cortas de su historia, en especial, en la uva tinta, debido al severo ataque de mildiu, los problemas de fertilidad en la planta y los pedriscos, pero con perspectivas de obtener calidad por el buen estado sanitario que presenta actualmente el viñedo. Así lo han confirmado a EFE fuentes del sector, que convienen con el Consejo Regulador de la DOCa en este pronóstico, ante un comienzo de vendimia que se inició la pasada semana de manera puntual en alguna bodega de Rioja Oriental y que el lunes, 18 de agosto, ha arrancado en Viñedos de Aldeanueva de Ebro (La Rioja), la bodega cooperativa más grande de la Denominación, con 3.000 hectáreas y 805 socios en activo. El director general de Viñedos de Aldeanueva, Abel Torres, a pie de campo y con un racimo en sus manos, proveniente de las primeras uvas blancas recogidas en esta firma en el inicio de la vendimia de 2025 en la DOCa Rioja. EFE/Raquel Manzanares. Las tolvas de Viñedos de Aldeanueva, que marca el arranque de la cosecha en Rioja, se han abierto para recibir los primeros racimos de la uva blanca tempranillo, con graduaciones de entre 12,7 y 12,8 grados, que se han recogido durante la noche para ganar en frescura y cuyo estado sanitario es «espectacular», ha informado a EFE su director general, Abel Torres. Viñedos de Aldeanueva, que en vendimias anteriores realizaba una recogida selectiva, ha decidido este año agilizar la recogida de la uva blanca tempranillo en los próximos cuatro días en previsión de que sigan las olas de calor, que dañan a la planta; y continuar este mes con el resto de variedades blancas y empezar con la tinta en parcelas tempranas, ha explicado. La misma tónica seguirá el resto de la Denominación, que componen unas 66.000 hectáreas de viñedo en La Rioja, País Vasco y Navarra, especialmente, a finales de agosto y principios de septiembre, con la recogida de la blanca en el resto de subzonas y el comienzo de la uva tinta. Imagen de la vendimia de 2025 en las parcelas de la bodega cooperativa Viñedos de Aldeanueva, en la DOCa Rioja. EFE/Raquel Manzanares. Este año, el viñedo presenta menos carga de uva que en 2024, que, según los datos oficiales del Consejo, reportó una cosecha de 260 millones de kilos; y, a priori, el sector desconoce el alcance de la merma, pero sí prevé que sea «históricamente baja», ha detallado Torres, también vocal del Consejo Regulador. Entre otros factores que explican esta merma están los ataques del mildiu y los problemas de fertilidad en la planta por las lluvias de septiembre de 2024, que han provocado el peor cuajado de los últimos años, ha dicho. Arrepentimiento, en algunos casos, de la cosecha en verde A ello se suman las fuertes tormentas de piedra en primavera y la aplicación, por segundo año, de la cosecha en verde -retirada de racimos- subvencionada para reducir la producción de uva y el desequilibrio entre la oferta y demanda ante la caída del consumo mundial de vino. Ha detallado que algunos viticultores «se han arrepentido» de solicitar esta media antes de que se supiera que la cosecha venía tan corta, como es el caso de Viñedos de Aldeanueva, que prevé recoger entre un 15 y 20 % menos de cosecha sobre sus 18 millones de kilos de otros años. Una cepa de uva blanca tempranillo de la bodega cooperativa Viñedos de Aldeanueva de Ebro, en el comienzo de la vendimia de 2025 en la DOCa Rioja. EFE/ Raquel Manzanares. Con estos mimbres, los 13.000 viticultores y cerca de 600 bodegas de la DOCa miran al cielo para que, lo que resta hasta la recogida, las condiciones meteorológicas sean las propicias, sin exceso de calor ni tormenta de piedra, en una vendimia cada vez más mecanizada por los avances de la tecnología en la maquinaria y la falta de mano de obra, ha subrayado Torres. El Consejo Regulador comenzará a finales de agosto sus controles de maduración de la uva, que aconsejan el momento óptimo de la recogida, y que se completan con la tecnología predictiva de los agricultores y bodegas, cada vez más avanzada. Este organismo, en su compromiso con el rigor y la excelencia, ha aplicado este año medidas adicionales de control para esta vendimia ante la situación excepcional del viñedo y ha asignado rendimientos menores a nivel municipal para las variedades de uva tinta. Momento de procesado de la uva en Viñedos de Aldeanueva de Ebro, en la DOCa Rioja. EFE/Raquel Manzanares Hermetismo en los precios Por su parte, la UAGR-COAG ha pedido al Consejo Regulador que controle las existencias y entradas de uva, mosto y vino en las bodegas, previo aforo de las mismas, y vigile especialmente las llegadas de fuera de la DOCa Rioja, han detallado a EFE en esta organización profesional agraria. Respecto a los precios, han asegurado que «triunfa el hermetismo a las puertas de la escasa vendimia, sin que los viticultores puedan negociar libremente y en igualdad de condiciones con las bodegas». Las pocas ofertas conocidas, han indicado, sitúan el precio de la uva tinta en el entorno del euro por kilo, lo que no consideran rentable, dado que, muchas de las economías de los viticultores «están muy cercanas a la bancarrota». Arag-Asaja, en un comunicado, también ha pedido a las bodegas que sean consecuentes con la situación real de la Denominación, y con el esfuerzo realizado por los viticultores pese a las dificultades de esta campaña. Ello ha obligado a los viticultores a incrementar notablemente la aplicación de productos fitosanitarios para mantener la calidad de la cosecha lo que ha disparado los costes de producción, ha detallado Arag-Asaja. Este incremento de costes que, como ya indicó el último Observatorio de precios del Gobierno de La Rioja de 2024, es «cada vez más evidente», ha precisado.