El objetivo es desarrollar los criterios de diseño, instalación, operación y mantenimiento específicos de estos sistemas y demostrar que se hace un uso más eficiente del agua, energía y fertilizantes. La Consejería llevará a cabo actividades de divulgación con agricultores y técnicos interesados en visitar y evaluar dicha parcela. "Esta técnica de irrigación permite el aporte de agua y nutrientes al suelo de forma directa bajo tierra, de manera que optimiza el crecimiento de las raíces y permite la ausencia de componentes del sistema de riego en la superficie", explicó el director general de Agricultura, Industria Alimentaria y Cooperativismo Agrario, José Gómez. A tal fin, la Comunidad ha establecido una parcela demostrativa de una hectárea, con cultivos de cítricos de una veintena de variedades de naranjas, mandarinas, limones y pomelos, en el Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias (CIFEA) de Torre Pacheco donde poder comprobar el adecuado funcionamiento de este tipo de instalaciones, adaptables a cultivos como los cítricos y otros frutales permanentes. "Están contrastadas las ventajas del riego localizado subterráneo en aspectos como el ahorro de fertilizantes, mayor eficiencia de aplicación, menor gasto energético, menor presencia de malas hierbas, menor exposición a la radiación solar, mejor integración en el paisaje y mayor facilidad para realizar las labores de cultivo al no haber mangueras", añadió Gómez. Si bien, continúa, "presenta también algunos inconvenientes como son el incremento de los costes de instalación y mantenimiento, la falta de conocimientos técnicos, las dificultades para mantener y reparar los equipos y sobre todo la obstrucción de emisores debido a la acumulación de sedimentos, la succión del suelo o la obstrucción radicular, por lo que la Comunidad quiere ofrecer soluciones que permitan al agricultor apostar por este sistema". Cabe destacar que el riego subterráneo ha tardado más en desarrollarse que el riego localizado en superficie y se encuentra mucho menos extendida su práctica, tanto por desconocimiento como por la necesidad de encontrar soluciones a las dificultades que plantea su manejo y sobre todo por la desconfianza del usuario final. Esta iniciativa está cofinanciada por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente.