Así lo asegura el consejero Jesús Julio Carnero, quien afirma que ante el cambio climático Castilla y León debe apostar por productos diferentes a los tradicionales que sean económicamente rentables La agricultura, como otros sectores, debe adaptarse a los cambios, y, en este momento, se prepara para uno de los más grandes vividos durante los últimos tiempos: el cambio climático. Por ello, desde la Junta y las cooperativas agrarias se apuesta por los cultivos alternativos como una salida a esta situación.
Publicidad Así lo destacó el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, durante la clausura de una jornada sobre el pistacho celebrada en Valladolid, donde señaló que las provincias de Valladolid, Zamora y el sur de Salamanca son especialmente favorables para este producto, por lo que en ellas se concentra más del 70 por ciento de la superficie cultivada con este fruto seco con 1.700 hectáreas y alrededor de 370 productores, la mayoría agrupados en cooperativas.
«Es un cultivo muy interesante por su alta rentabilidad, ya que sus ingresos, una vez entrado en producción, se sitúan entre los 6.000 y los 8.000 euros por hectárea», detalló Carnero, quien destacó que desde el Itacyl se ha elaborado y publicado un mapa con las condiciones del terreno requeridas por el pistachero y las mejores zonas para plantarlo.
Para impulsar este producto, desde 2010 la Junta ha dado 2,6 millones de euros en ayudas para 60 expedientes de primera instalación, casi la mitad en el año 2018, mientras que se concedieron subvenciones por importe de 1,4 millones de euros en la Comunidad, en este caso para planes de mejora correspondientes a un total de 47 expedientes.
Finalmente, el consejero subrayó el aumento del interés de los agricultores en este cultivo reflejado en las 39 peticiones de subvención atendidas en el último año del que se tienen registros así como puso de relieve la relevancia de la alternancia en un momento como el actual.
Publicidad