Desde 2020, la superficie cultivada de aguacates ha aumentado un 57% en la Comunidad Valenciana En la sierra Calderona, a pocos quilómetros de València, Aldemar Boix cultiva cientos de aguacates en su finca. Son dos hectáreas con unos mil árboles de cinco variedades diferentes; más de cinco toneladas al año que sufren menos de lo que se podría pensar por la carestía de agua actual. "La finca está en un buen lugar, el aguacate necesita zonas de montaña próximas a la costa, un poco de altitud (entre 200 y 400 metros sobre el nivel del mar) y temperaturas nada agresivas en invierno", explica este agricultor, que da casi una perfecta definición del paisaje valenciano donde, según parece, el aguacate le está ganando terreno a los cítricos tradicionales. Según constata la Conselleria de Agricultura, en los últimos años se ha experimentado una expansión importante en esta producción ya que según el Informe del Sector Agrario Valenciano (ISAV), en 2022 había un total de 2.310 hectáreas destinadas a este cultivo, una superficie que se había incrementado en 217 hectáreas con respecto a 2021, un 10% más, y 846 hectáreas más con respecto a 2020, un aumento del 57%. Hay tanto interés entre los agricultores valencianos que la Conselleria de Agricultura ha programado para el próximo mes de febrero una jornada de trabajo sobre el cultivo del aguacate, convocatoria que llega después de la celebración de la primera mesa Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, IVIA-Aguacate, en la que Boix ya participó como representante sectorial de esta fruta en la Comunidad Valenciana como miembro de La Unió Llauradora i Ramadera. "En la primera reunión se plantearon las necesidades que tenemos, porque se ha visto que la Comunidad Valenciana puede coger el relevo de Málaga, que ha sido el motor de la producción de aguacate en España, hasta ahora que empiezan a tener problemas por la sequía", detalla Boix. "Se alberga cierta esperanza que podemos ser el relevo porque está funcionando muy bien y no es fácil introducir un cultivo en un territorio", añade Carles Peris, secretario general de La Unió. Según el Informe del Sector Agrario Valenciano (ISAV), en 2022 había un total de 2.310 hectáreas destinadas a este cultivo, que se concentra principalmente en las comarcas de la Marina Baixa (353 hectáreas), la Plana Baixa (312 hectáreas), la Plana Alta (280 hectáreas) y el Camp de Morvedre (276 hectáreas). Precisamente en Callosa d'En Sarrià, donde tradicionalmente se cultiva níspero, es donde más ha crecido e incluso la cooperativa Ruchey de la localidad y la malagueña TROPS firmaron hace dos años un convenio de colaboración para la producción y comercialización de aguacate. Allí se han plantado ya 201 hectáreas, donde más ha crecido, seguida de Castelló (196 hectáreas), Almenara, Sagunt y Puçol. La Marina Baixa y La Plana Baixa son las comarcas con más cultivo de aguacate Aldemar Boix explica que se está dando un cambio de paradigma, ya que aunque no en todas las localizaciones se puede sustituir naranja -u otros cítricos- por aguacate, este sí que se confirma como "el cultivo alternativo, por su excelencia y seguridad en precio, que aguanta mucho mejor que la naranja tradicional". Hay quien sustituye ya variedades citrícolas poco rentables por aguacates, a pesar de que las altas temperaturas inusuales en algunas épocas del año perjudiquen el cultivo, como en las semanas previas a la Navidad. Aquellos días desdela Asociación Valenciana de Agricultores, AVA-ASAJA, alertaron que se estaban dando brotaciones adelantadas en aguacates y frutas de hueso y viña, entre otras producciones, cuando suelen empezar el ciclo vegetativo en marzo y abril. Se presenta como un "cultivo alternativo" por su aceptación en el mercado y buen precio, más estable que el cítrico tradicional AVA-ASAJA, impulsora de la asociación de productores de aguacate, ASOPROA, remarca que "el aguacate se ha convertido en una de las alternativas de cultivo más interesantes en aquellas zonas cálidas donde no hiela". Estiman que los agricultores valencianos cada año plantan aproximadamente unas 300 hectáreas de aguacates en fincas que antes tenían naranjos y otras frutas con problemas de rentabilidad. "Creemos que ya hemos superado las 3.000 hectáreas en la Comunidad Valenciana, con una producción cercana a las 14.000 toneladas", apostilla la entidad. La Conselleria añade que la climatología de la Comunidad Valenciana permite el cultivo de un amplio número de variedades de aguacate, como Hass, Fuerte, Lamb Hass, Reed, Bacon y Maluma, destacando la variedad tardía Lamb Hass, la mayoritaria. Los agricultores valencianos cada año plantan unas 300 hectáreas de aguacates en fincas que antes tenían naranjos El interés del mercado también ayuda, ya que en el año 2022 cada habitante de la Comunidad Valenciana consumió en su hogar un total de 1,80 kilos de aguacate, ligeramente por encima de la media española, situada en 1,78 kilos per cápita. En 2021 su consumo se situaba en 1,65 kg per cápita y en 2016 en tan solo 0,75 kilos per cápita. Se confirma como un cultivo con un gran potencial en la Comunidad Valenciana que podría incluso tener marca propia, Aguacates CV, en la que ya trabaja ASOPROA. Ha habido otros lemas, como "Aguacate de València, el más sostenible del mundo'. Hay puesta en marcha incluso una Interprofesional propia, ya admitida por el Ministerio de Agricultura. "Estamos haciendo hincapié en la formación, porque aún hay mucho desconocimiento sobre las técnicas de cultivo que mejor rendimiento pueden obtener, en la investigación y en la defensa de un cultivo que, pese a sus injustas acusaciones medioambientales, tiene las mismas necesidades hídricas que los campos de cítricos y un cultivo sostenible en tierras valencianas", argumentan desde AVA-ASAJA.