9:25 - 5/01/2020
En 2019 han sido tres los aceites de la Comunidad que han obtenido la Marca de Garantía Aceite de Madrid, aunque el objetivo que se marca el presidente del Consejo Regulador, Jesús Pérez, pasa por obtener muy pronto la Denominación de Origen.
En la Comunidad de Madrid hay 18 almazaras que molturan la aceituna que se cría en las 24,5 hectáreas de olivar en las comarcas de la Campiña, las Vegas y Suroccidental, principalmente de la variedad cornicabra. Esta variedad genera "un buen aceite, hecho a nuestro paladar y que, aunque amarga un poco, se mezcla con algo de manzanilla", explica el presidente del Consejo Regulador Denominación de Origen Aceite de Madrid.
"Digamos que el aceite de Madrid tiene ribetes un poco más dulces", apunta el responsable de la marca de calidad en la región, que destaca que las almazaras madrileñas "son punteras en nuevas tecnologías y en el uso de maquinaria de nueva generación". "Cuidamos mucho la elaboración", confirma Ángel Laguna, el propietario de Vinos y Aceites Laguna en Villaconejos. En su caso, utiliza en su almazara la última tecnología de batido y centrifugación, con un control de temperatura que le permite no pasar de los de 25 grados; los primeros aceites los hacen incluso completamente en frío, a temperatura ambiente.
"En Madrid ya se hacía aceite hace 300 y 400 años" Los productores de aceite en Madrid anhelan conseguir la Denominación de Origen Aceite de Madrid, para lo que se requiere una diferencia clara en el tipo de aceituna y en el tipo de aceite que se produce, y sobre todo un vínculo histórico que en Madrid existe, según comenta el presidente del Consejo Regulador. "En Madrid ya se hacía aceite hace 300 y 400 años", dice orgulloso, aunque advierte de que es un proceso lento, que requiere presentar mucha documentación y "recorrer los municipios donde hay olivar y ver cómo se extraía el aceite y qué se hacía con él".
El expediente que se elabore deberá ser visado por el Ministerio de Agricultura, que lo remitirá después a la Unión Europea, que tiene la última palabra. La consecución de la Denominación de Origen puede suponer un empujón en la comercialización del aceite de Madrid, aunque Pérez reconoce que "es difícil hacerse hueco" pese a estar intentando entrar en grandes superficies aportando "el valor añadido de la calidad" del producto.