La infección producida en el cerdo por los virus de la gripe provoca cambios destacados en su microbiota pulmonar. Es una de las conclusiones de una investigación liderada por el científico leonés Estanislao Nistal Villán, del Grupo de Virología e Inmunidad Innata, de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid, en la que ha participado el grupo Bacrespi (de patógenos respiratorios porcinos) de la Universidad de León (ULE), dirigido por César B. Gutiérrez Martín, según informa la Universidad de León en su página web. La investigación, que acaba de ser publicada por la prestigiosa revista 'Frontiers in Cellular and Infection Microbiology', fue realizada con muestras pulmonares de cerdos provenientes de diferentes regiones españolas y con una tecnología de secuenciación 16S de tercera generación de nanoporos, aporta un método rápido y práctico para la detección de los cambios de la microbiota respiratoria porcina. Además, permite la confirmación de los patógenos oportunistas bacterianos secundarios a la infección vírica primaria, lo que complicaría el curso clínico de la enfermedad y la recuperación de los animales. Se utilizaron herramientas bioinformáticas avanzadas para comparar la microbiota pulmonar de cerdos infectados frente a cerdos sanos, para analizarse métricas de riqueza y diversidad, además de modelos predictivos de agrupamiento de especies. En los casos de infección por Influenzavirus se detectó un aumento significativo de algunos géneros bacterianos asociados, en su mayoría integrantes del Complejo Respiratorio Porcino, como fue el caso de los géneros Glaesserella (en el 60% de los casos), muy por delante de Pasteurella y Mycoplasma, así como de otros géneros, como Staphylococcus o Fusobacterium. Como recoge la Universidad de León de Javier Arranz-Herrero y Sara Izpura-Luis, primeros autores del artículo, "se ha descifrado la complejidad de la microbiota en la evolución de las enfermedades respiratorias asociadas a la gripe porcina, hito fundamental para el conocimiento de las bacterias patógenas responsables de las neumonías bacterias secundarias a la influenza porcina, puesto que estos agentes etiológicos no proceden únicamente del exterior, sino que también se asientan en el propio aparato respiratorio porcino". Estanislao Nistal Villán añade que "no se conoce aún el papel exacto que ejerce esta diversidad bacteriana ni cómo puede determinar el desarrollo de la enfermedad, tanto en los procesos víricos sin desarrollo posterior de una neumonía bacteriana como en aquellos otros en las que sí se desencadena neumonía pero el tratamiento antibiótico no termina de resolver el problema".