Desarrollan un producto de origen vegetal que permite fijar dióxido de carbono al suelo, reduciendo el uso de productos fitosanitarios Las microalgas juegan un papel muy importante en la fertilidad y en la recuperación del suelo. De hecho, son capaces de fijar entre 1,5 y 2 kilos de CO2 por kilogramo de biomasa producida. Al ser utilizadas en la actividad agrícola, se quedarán retenidas en el suelo, que es el mayor sumidero de dióxido de carbono de la planta, y de este modo la agricultura podría alcanzar una cuota de CO2 negativa , es decir, consumir más carbono que el que produce. En este contexto nace el grupo operativo "Digitalización del efecto producido por bioestimulantes y biorregeneradores de suelo a base de microalgas, producidas en la misma instalación del agricultor, sobre el cultivo de la vid", más conocido como "AlgaVid" . El consorcio de carácter suprautonómico está coordinado por Fundación Ayesa y formado por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, la startup G2G Algae Solutions, el Centro Tecnológico Leitat, Viñedos del Río Tajo (perteneciente a la Familia de Vino y Spirits González Byass) y la Fundación Agroecosistema. Asimismo, cuenta con la colaboración de Bodegas Robles (Montilla, Córdoba) y la viticultora Beatriz Larrosa (Borja, Zaragoza) El equipo trabajará durante dos años para demostrar la viabilidad de los bioproductos elaborados a partir de microalgas en la producción vitivinícola de Andalucía, Aragón y Castilla-La Mancha . De esta forma, el proyecto se alinea con la arquitectura verde de la Unión Europea, al promover el desarrollo de un producto de origen vegetal que permite fijar dióxido de carbono al suelo , mejorar la fertilidad de la planta, favorecer la estructura y la recuperación del suelo, así como reducir el uso de productos fitosanitarios, entre otros.