La llegada de la enfermedad nodular contagiosa inquieta al sector en su momento de mayor valor El temor se ha instalado en el vacuno de carne justo cuando atravesaba uno de los mejores momentos que se recuerdan en el sector. Las dificultades que han lastrado la actividad ganadera en los últimos años, como las fuertes sequías, el encarecimiento de los insumos agrarios y la sangría causada por dolencias como la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) o la tuberculosis bovina, parecen pertenecientes a un pasado muy lejano. La bonanza prácticamente total representaba hasta hace unos pocos días todo lo positivo que se trasladaba desde las explotaciones, en las que la llegada de la dermatosis nodular contagiosa ha roto con una situación muy favorable. La enfermedad, exclusiva de bovinos y búfalos y que en ningún caso se transmite a las personas ni por contagio ni a través del consumo de sus productos y derivados, ya ha provocado el sacrificio de cientos de animales, ya que al ser catalogada de tipo A por la Comisión Europea su detección implica la ejecución de todos los bovinos de la granja en la que sea localizada. Después de meses con casos en Italia y Francia, el virus ya ha llegado a España, donde por el momento se cuentan nueve focos, todos ellos dentro de la zona de protección de 20 kilómetros adoptada tras los primeros casos en el Alto Ampurdán (Gerona). La amenaza del temido vacío sanitario, que significa la eliminación de todos los animales de una explotación, ronda a los ganaderos de bovino españoles en la mejor situación de precios de su vida. El valor de las vacas, aupado por la escasez de cabezas de ganado y la fuerte demanda, se enfrenta ahora a las consecuencias de la dermatosis nodular contagiosa, que no solo pone en riesgo a cientos de miles de bovinos españoles, sino que ya ha ocasionado el cierre de las exportaciones a grandes mercados. Una veintena de importantes compradores de vacuno vivo español han bloqueado certificados de exportación con origen España. Argentina, Marruecos, Brasil, China, Canadá o Reino Unido, alertados por la expansión de la dermatosis en el país ibérico, han dado un portazo a las transacciones de vacuno vivo, tal y como ha informado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La medida abre un nuevo escenario en las explotaciones, que pierden opciones para colocar sus animales. Según datos del Comercio Exterior, España vendió más de 66.000 toneladas de vacuno en vivo, de las que el 43 % (28.572 toneladas) tuvieron como destino Marruecos. «Creo que los precios no va a salir perjudicados y se van a mantener. Si la exportación en vivo se cierra a algunos lados se venderá a otros o ya directamente como carne», apunta en conversación con El Debate Joaquín Gargallo, responsable de vacuno de COAG. El hundimiento de los precios no está entre los quebraderos de cabeza de los ganaderos: «Nuestra mayor inquietud es el avance de la dermatosis nodular contagiosa y no un atasco en la venta que provoque bajadas», indica Gargallo. El cierre de las ventas en vivo a determinados destinos podría servir de estímulo para aumentar aún más las operaciones de ganado para matadero, lo que levantaría la tendencia alcista que marca el vacuno: «En cuanto a precios no hay preocupación, estamos centrados en la absoluta vigilancia de la enfermedad. El Ministerio de Agricultura ha respondido bien y estamos enfocados en contener la enfermedad y que el número de vacíos sanitarios sea el menor posible», asevera Gargallo, que insiste en aplicar todas las medidas de seguridad adicionales para evitar la propagación de la dermatosis nodular contagios fuera de las zonas afectadas.