La localidad zaragozana de Ainzón vivió ayer su día grande. Como cada 15 de septiembre, desde hace ya 30 años, los vecinos de las 18 localidades de la comarca Campo de Borja celebraron su Fiesta de la Vendimia, un acto que congregó en la plaza Mayor a cientos de profesionales y autoridades. Con el tradicional pisado de las uvas más tempranas se dio por inaugurada una vendimia que se prevé de «excelente calidad», según destacó el presidente de la denominación de origen (DO), Eduardo Ibáñez. Eso sí, la cosecha de este año no será tan elevada como la del anterior debido a la escasez de lluvias en invierno y primavera. La DO prevé recoger 28 millones de kilos de uva, muy lejos de los 44 de la campaña récord del 2018 pero en línea con la media de los últimos diez años.
Como es tradición, la jornada festiva comenzó con la imposición de bandas por parte de las autoridades a las dos reinas de las fiestas de Ainzón: Claudia Andía Lahuerta y Lorena Tolosa Añón, así como a la reina de la vendimia 2019, Ana Sánchez Lambea.
Posteriormente tuvo lugar la misa en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Piedad, amenizada por el grupo de jota Las Olivicas de Fuendejalón. Durante la ceremonia, se bendijeron los racimos de uvas, portados por niños de todas las localidades de la comarca y por la reina de la vendimia. Una vez terminado el acto, la comitiva, encabezada por la burra Catalina -una figura que simboliza la manera en la que se trabajaba en la viña hace tan solo unas décadas- regresó a la plaza donde tuvo lugar el momento más importante del día: la exaltación del vino.
Los más pequeños, en representación de las 18 localidades de Campo de Borja, ofrecieron sus cestillos con uvas a las reinas de las fiestas y a la reina de la vendimia, para depositarlas en la prensa. Una vez dentro, los vendimiadores de la trigéisma edición, Jesús e Inés Hernández, procedieron al tradicional pisado y posterior brindis, con el primer mosto del año.
PROTEGER LAS VIÑAS VIEJAS / Durante su intervención, el presidente de la DO hizo un breve recorrido por todos los logros y el trabajo que, desde el Consejo Regulador, se ha hecho durante el año. Además, auguró una cosecha «normal» en cuanto a cantidad, y de «excelente calidad». Ibáñez también aprovechó la presencia del consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, para solicitarle la máxima protección para las viejas viñas de garnacha. «Son nuestro principal patrimonio y las que proporcionan un gran reconocimiento a nuestros vinos en el mercado nacional e internacional; debemos articular un sistema especial para protegerlos y que no perdamos ni una cepa más», subrayó Ibáñez en una jornada en la que el mantenedor fue el presentador y director del programa Tempero, de Aragón TV, Chema Paraled.
La recolección en la mayoría de las 6.300 hectáreas de la denominación concluirá a mitad del mes de noviembre, siendo una de las más tardanas.
La DOP abarca a unos 1.350 viticultores y 18 bodegas. El año pasado alcanzó su récord de ventas con 21 millones de botellas. Su cuota de exportación ronda el 75% y está presente en un total de 60 países.