Arabia Saudí, con el príncipe Mohamed Bin Salman a la cabeza, presentó hace casi una década el proyecto Vision 2030, un plan con el que el futuro monarca pretende diversificar los ingresos del petróleo, y convertir el país en una economía dinámica en distintos frentes. Uno de ellos es conseguir alcanzar la independencia alimenticia, es decir, dejar de depender de las importaciones de comida, en un país en el que, a día de hoy, todavía se necesita comprar en el extranjero el 80% de los alimentos necesarios para el consumo de su población. Las dificultades de Arabia en este frente son notables: el clima es muy hostil para la agricultura y la ganadería, en una región que tiene que lidiar con temperaturas superiores a los 50 grados durante buena parte del año. Sin embargo, los esfuerzos del reino en el frente de la cría de pollos están dando sus frutos: los datos oficiales que publica el gobierno reflejan un aumento de la producción en la primera mitad de 2024 hasta alcanzar las 558.000 toneladas de carne de pollo , cerca de un tercio de todo el que se consume en un año en el país (unos 1,85 millones de toneladas), y un 9% más de lo que se alcanzó en el mismo periodo del año anterior. El país árabe ya es uno de los mayores consumidores del planeta de este tipo de carne. Con una población de 37 millones de habitantes, de media, cada ciudadano saudí consume una media de 50 kilos de pollo al año. Es la carne predilecta del reino, en un país en el que la carne de cerdo está vetada por motivos religiosos, y en el que la carne de vaca o ternera todavía es un lujo que no está al alcance todo el mundo. El gusto de los ciudadanos saudís por la carne de pollo puede terminar convirtiendo al país en el reino del pollo mundial. En pocos años, Arabia ha conseguido reducir la mortalidad de sus pollos con rapidez. Según explica a Bloomberg el CEO de una de las firmas más importantes de producción de pollo en el país Tanmiah Food, la tasa de mortalidad de era del 25% hace una década, y se ha conseguido reducir hasta el 4% actual, según explica la compañía, sin utilizar antibióticos ni hormonas del crecimiento. De hecho, el pollo que más se consume en el país es el 'tomatero', un tipo de ave que es más pequeña de lo habitual, y que el reino está tratando de engordar con proyectos subvencionados por el Fondo de Desarrollo Agrícola del país, con el objetivo de alcanzar una producción de 1,36 millones de toneladas este mismo año. Según explican desde la agencia, el país está dedicando el equivalente a 4.500 millones de dólares de apoyo sólo para el sector del pollo , y está invirtiendo, a través de compañías como Tanmiah Fods, en producción de pollo fuera de sus fronteras, en zonas como California, Arizona o Brasil. Y no sólo eso: el reino se ha encargado de ir diversificando su producción, con la compra de 13 millones de acciones de MHP, una empresa ucraniana de alimentación. La operación se hizo a través de la empresa pública Saudi Agricultural and Livestock Investment Company, que es propiedad al 100% del fondo soberano del país saudí.