El proyecto está financiado por la línea de ayudas para la realización de proyectos de I+D+i para Agentes Privados del Sistema Andaluz del Conocimiento de la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad de la Junta de Andalucía, según ha informado este martes el citado centro, ubicado en Martos (Jaén). En la actualidad, ya ha sido completada la primera parte de los trabajos, en la que se ha puesto a punto el método para extraer celulosa de residuos agrícolas abundantes en Andalucía, como la poda de olivo, el cañón de girasol y la madera de la plantación de algodón. El proyecto se ha centrado especialmente en los subproductos del olivar, ya que la región es la mayor productora mundial de aceite de oliva y presentan un gran potencial. Una vez que se ha extraído la celulosa, ahora se está trabajando en utilizar este material con dos objetivos diferentes: la obtención de un biopolímero termoplástico y su transformación en un aditivo que mejore las propiedades del material final. "Hemos conseguido optimizar el método de extracción de la celulosa, que es un punto crítico del proyecto, y ahora estamos llevando a cabo la caracterización de dicha celulosa y afrontando la siguiente fase de síntesis de los derivados adecuados", ha explicado José Antonio Rodríguez, investigador principal del proyecto BioNanocel. El siguiente paso consistirá en la obtención de un material de base polimérica y de naturaleza biodegradable y compostable para su utilización como materia prima en la fabricación de envases alimentarios. Una vez que el proyecto esté más avanzado, Andaltec tiene como objetivo fabricar un demostrador que cumpla con los requerimientos de la normativa alimentaria y que presente propiedades adecuadas para alargar la vida útil de los alimentos. Se trataría de un material sostenible gracias al origen vegetal de la materia prima y a su esperado carácter biodegradable y compostable, con lo que se adaptaría perfectamente a las nuevas exigencias que recoge la futura Ley de Residuos del Gobierno. " "Ya tenemos una primera fase experimental completa en la que hemos obtenido muy buenos resultados, los cuales se presentaron recientemente en el Congreso Europeo sobre Biomasa Eubce2021", ha manifestado Francisco Javier Navas, investigador de Andaltec en el proyecto. ELEVADOS ESTÁNDARES DE CALIDAD Uno de los objetivos de este proyecto es que estos materiales cumplan los elevados estándares de calidad que requiere la conservación de alimentos, a la vez que sean productos sostenibles, algo cada vez más demandado por los consumidores y las empresas. BioNanocel pretende aprovechar la gran cantidad de residuos que genera el sector agraoalimentario en España, que supone un 22 por ciento de toda la producción industrial. El desarrollo de nuevos productos y procesos más sostenibles a partir de residuos agrícolas es de gran interés, ya que pueden dar lugar a productos de alto valor añadido. Rodríguez ha señalado que la biomasa vegetal se compone mayoritariamente de celulosa, hemicelulosa y lignina. De ellos, la celulosa, "el polímero más abundante en la naturaleza, el componente principal en las paredes de las células vegetales", es de un enorme interés para este proyecto. "Este biopolímero puede servir como base para la síntesis de una gran variedad de productos con un alto valor añadido y con un gran potencial para ser usados en aplicaciones de envases en la industria alimentaria", ha afirmado el investigador. Bionanocel está en consonancia con la nueva Estrategia Europea de Plásticos, que pretende desarrollar y buscar nuevos materiales, productos y procesos que se basen en los principios de sostenibilidad, ecología industrial, ecoeficiencia y química verde, priorizando el desarrollo basado en la economía circular y bioeconomía. La Fundación Andaltec ha recibido una ayuda de la Unión Europea con cargo al Programa Operativo Feder de Andalucía 2014-2020, dentro del Objetivo Específico 1 'Potenciar la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación' para la ejecución de este proyecto.