El sector agroganadero en la comunidad está viviendo unos años de crecimiento desmesurado, aunque según los analistas el equilibrio entre la producción de cerdos y la capacidad de los mataderos estaba garantizado. Sin embargo, la entrada de nuevos operadores en la comunidad (y la provincia de Lérida) pueden poner en riesgo esta entente cordial. En Binéfar el grupo Pini, en su planta Litera Meat, espera sacrificar siete millones de cabezas al año. Y en pocos años el grupo Guissona (a través de la marca BonÀrea) dispondrá del complejo más grande de Europa en Épila. Un crecimiento desbordado que choca con las limitaciones ambientales y de espacio con las que se topan la instalación de nuevas granjas.
El director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), Miguel Ángel Higuera, considera que Aragón todavía tiene capacidad para asumir más plantas cárnicas. «No es que haya escasez de animales, si no que era necesario para el desarrollo económico de la región que se implantara la industria para poder ir avanzando en la cadena de valor directamente», asegura.
Además, añade que la llegada de nuevos operadores se debe «celebrar» porque ayuda a reforzar la posición dominante de la comunidad. «Ayuda a traer capitales de fuera para reforzar la economía», destaca. Esto permite además reducir los tiempos de transporte de los animales.
Una posición más crítica con la situación se encuentra en operadores tradicionales, como pueda ser el matadero de Fribin, el líder del sector hasta la llegada de los inversores italianos. « La zona estaba saturada, pero también equilibrada, esto va a suponer un cambio enorme», asegura del director general de la cárnica, Josep Rosanas.
Desde la empresa literana creen que ha sido un error permitir la entrada de este nuevo competidor, aunque aseguran que si se ha autorizado habrá sido «pensando en el bien de Aragón».
El director general explica que el nuevo matadero tendrá capaciada para sacrificar más del 50% de los cerdos que se crían en la zona, una posibilidad que desbarata el mercado. «No podemos olvidar que el mercado de compra de cerdo es local, pues no se pueden transportar durante mil kilómetros, solo se puede hacer en unos 300 kilómetros a la redonda», dice.
Desde Litera Meat explican que actualmente están procesando alrededor de 6.000 cabezas diarias y estiman que la proyección se duplique al finalizar el año. Paralelamente, el incremento de trabajadores contratados en la planta es continuo y aproximadamente cada semana se incorporan 50 nuevos empleados, según dicen. Por el momento ya sobrepasan los 500.
En este sentido, el responsable del informe El sector porcino aragonés: instrumento de desarrollo económico y social, José Antonio Domínguez, apunta que será necesaria la «transmisión entre provincias», pues la capacidad de sacrificio de cerdos anual alcanzará las 20,6 millones de cabezas en el 2020, es decir tres veces más que la actual (6,5 millones en el 2017).
VALOR AÑADIDO
En la última década esta industria cárnica ha duplicado su producción de carne con un aumento del 108% entre el 2008 y el 2017, pasando de 272.800 toneladas a 567.600 el pasado ejercicio. Esto ha permitido registrar crecimientos de dos dígitos en los últimos ejercicios. Además, el valor económico de la producción ganadera en la comunidad ha pasado de 638 millones de euros en el año 2000 a 1.167 millones en 2010, según el estudio.
El grupo Costa en Fraga, el grupo Jorge en Zuera y Vall Companys están en plena fase expansiva, algo que se suma a la apertura de Litera Meat y la propia ampliación que está rematando Fribin.
«Esperamos que este desarrollo cárnico motive la entrada de más elaboradores» que puedan transformar la materia prima, ya sea en platos preparados o en piezas de carnicería, para generar valor añadido, recomiendan desde Anprogapor. Un paso más dentro de un sector clave rodeado de polémicas.