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González Byass, premiada como la mejor bodega europea de 2018
Las bodegas de la región vinícola más relevante de Argentina se afanan por mantener la calidad que ha aupado a este país a la elite mundial. Una de las más singulares es la de la familia Zuccardi en el valle de Uco.
Desde finales de febrero es tiempo de vendimia en Mendoza. En la provincia más vinícola de Argentina -145.000 hectáreas de viñedo, cerca de 900 bodegas, 70% de la producción del país- la recogida de la uva es una gran celebración. La Fiesta Nacional de la Vendimia -cuyos actos centrales han tenido lugar el 26 de febrero- es la festividad más arraigada, con bendición oficial de los frutos, desfiles de carros alegóricos y espectáculos callejeros. Mientras sus paisanos celebran, los viticultores mendocinos se afanan en cosechar las uvas necesarias para proveer a un negocio que ha situado a Argentina en el quinto lugar, con una producción anual de 14,5 millones de hectolitros en 2018 , sólo por detrás de Italia (48,5), Francia (46,4), España (40,9) y Estados Unidos (23,9). En los últimos años el vino mendocino ha afianzado sus señas de identidad, con un carácter que va más allá de la singularidad de las cepas - en particular, la tinta malbec - y se asienta también en las características de los terruños, así como en el componente humano, la labor de los propios viticultores y bodegueros.
Más de 800 hectáreas de viñedos en el paraje Altamira (valle de Uco, Mendoza). LUIS DE LAS ALAS Aunque el paisaje mendocino resulte tan seductor como siempre, con su mar de viñas enmarcado en la cordillera de los Andes, y el vino argentino prevalezca como un valor firme, lo cierto es que el panorama vinícola de la región ha sufrido una transformación. En el último cuarto de siglo ha pasado de ser un producto casi exclusivamente de consumo local a convertirse en una moneda de cambio internacional, exportando en torno a 200 millones de litros anuales a partir de 2010. Esto fue posible gracias un crecimiento en los estándares de calidad: las bodegas modernizaron sus instalaciones y modificaron sus criterios para sintonizar con los gustos que demandaban los mercados, siempre orientados por los dictámenes de los enólogos consultores -como Michel Rolland , que tiene una larga hoja de servicios en bodegas argentinas- y los gurús de la crítica, encabezados por Robert Parker Jr . Pero con la parkerización del vino argentino llegó también cierta uniformidad, marcada por la proliferación de tintos suculentos, maduros y robustos, mayormente elaborados con la variedad que reina en el viñedo mendocino: la malbec.
La piedra hallada en la construcción preside la sala de guarda. LUIS DE LAS ALAS Hoy los vinos de Mendoza viven una nueva revolución. Entre los viticultores que han asumido que, para seguir creciendo, deben producir vinos diferenciados, destaca Sebastián Zuccardi , bodeguero de tercera generación que lleva unos años agitando la escena vinícola de su tierra natal, introduciendo nuevas prácticas en pos de vinos audaces. "Ya no nos vale con elaborar vinos bien hechos; queremos que se nos reconozca por nuestra identidad, por representar el paisaje que nos rodea de manera auténtica", afirma.
Así es Zuccardi, la mejor bodega de Argentina LUIS DE LAS ALAS Heredero de la tradición de una familia bien afianzada en el sector -su abuelo, Alberto, inició su proyecto bodeguero en 1963, en la zona de Maipú, y su padre, José Alberto, consolidó la marca Santa Julia en los mercados internacionales-, Zuccardi ha jugado su baza más importante con la inauguración en 2016 de la bodega Piedra Infinita en el valle de Uco . Este proyecto, cuyo nombre se inspira en un texto del poeta Jorge Enrique Ramponi , se distingue por su decidida apuesta por el hormigón como material dominante en las instalaciones de vinificación. Así, cuenta con depósitos de cemento en todos los formatos posibles: con forma de ánfora, de huevo, depósitos troncocónicos..., prescindiendo radicalmente de los modernos tanques de acero inoxidable que han dominado la enología los últimos 50 años. Con una capacidad de 500.000 litros, "cada una de nuestras vasijas ha sido diseñada para reflejar el carácter de una parcela específica de viñedo", explica Zuccardi.
Zuccardi Concreto Malbec 2017 Tinto. La variedad emblemática del vino argentino en una interpretación inédita. Prescindiendo de la crianza en roble, Zuccardi consigue un malbec con exuberantes notas de fruta roja, muy marcado por la mineralidad y con generosa acidez. Máxima pureza y personalidad. Precio: 37,50 euros. Piedra Infinita, proyectada por el arquitecto Fernando Raganato , está construida con materiales que se integran en el entorno de Altamira: hierro, piedra, arena y agua del río Tunuyán. En las líneas curvas del edificio, inspiradas en las vecinas montañas, destaca una inmensa cúpula metálica, que refleja la luz del sol. Concebida a partir de rigurosos principios de sostenibilidad -que incluyen la autosuficiencia energética- la nueva bodega de Zuccardi es mucho más que una bonita estampa enoturística: representa una declaración de intenciones y es la viva imagen de la nueva viticultura que se abre paso en Argentina.
Otras grandes bodegas El "nuevo" vino argentino se asienta en la labor de destacadas bodegas. Entre ellas, Monteviejo (monteviejo.com) fundada en 2002 por Catherine Péré-Verg (fallecida en 2013) propietaria de "châteaux" en Burdeos y que desembarcó en el valle de Uco dentro del proyecto de Clos de los Siete, impulsado por el célebre "flying winemaker" Michel Rolland. También El Enemigo (enemigowines.com) que a la calidad de sus vinos suma una arquitectura inspirada en la Divina Comedia y un restaurante de espíritu canalla; en 2018, su enólogo, Alejandro Vigil, saltó a la fama por haber conseguido los dos primeros 100 puntos Parker para el vino argentino. La monumental Salentein (bodegasalentein.com) corona una finca de más de2.300 hectáreas, incorpora un museo de arte contemporáneo y una posada de 16 habitaciones y tiene el mérito de haber sido pionera en el valle de Uco a finales de los 90. Bajo la dirección técnica de José Galante, produce unos nueve millones de botellas al año.