Jorge Llorente comprueba en Villanueva del Campo (Zamora) la eficacia de las medidas en marcha Desde que se detectara la plaga de topillos campesinos en distintos puntos de las provincias de Burgos, León, Palencia, Valladolid y Zamora, y se empezaran a tomar medidas en el campo para erradicarla lo más pronto posible, ya se han limpiado más de 300 kilómetros de cunetas en la Comunidad de los quinientos que se han previsto, con reservorios y huras de estos roedores insaciables.
Así lo ponía ayer de manifiesto el viceconsejero de Desarrollo Rural, Jorge Llorente, durante la visita que realizaba junto al diputado provincial Javier Faúndez, a la localidad zamorana de Villanueva del Campo, uno de los lugares afectados por los topillos, aunque en menor medida que en otros territorios.
Allí, el también director del Instituto Tecnológico Agrario (Itacyl), comprobaba «in situ» la eficacia de las actuaciones que se están llevando a cabo para conseguir reducir la población de este roedor, ya que erradicar esta especie es imposible.
«Es endémica y siempre estará presente en nuestros campos y lo que único que podemos hacer es labor preventiva y hacer frente con rapidez y contundencia a los habituales repuntes demográficos de estos roedores», decía Llorente, al explicar que contra el topillo no hay una medida única eficiente al cien por cien, «ya que lo mejor y más eficaz es la suma de ellas así como la coordinación e implicación de administraciones y agricultores».
El viceconsejero ponía en valor dicha colaboración así como el buen hacer de todos los organismo públicos a la hora de combatir de forma integral contra el topillo campesino, debido a que lucha contra este roedor no es solo a nivel agronómico y puede estar presente en otros reservorios que no sean tierras de cultivo. «Se ha constituido un grupo interadministrativo de colaboración porque hemos entendido que es un problema de todos y que tenemos que hacerlo y luchar de una manera coordinada, incluida la CHD», apuntaba el director del Itacyl, respecto al problema de la plaga en los cauces de los ríos.
Asimismo, valoraba positivamente la eficacia de todas las medidas puestas en marcha estas semanas, como el levantamiento de parcelas y lucha biológica, con cajas nidos de aves rapaces, fundamentalmente, cernícalos y lechuzas, que consumen un importante número de topillos a lo largo de su ciclo vital que puede ir desde 600 a mil individuos en una pollada.