La familia Álvarez celebra este año el 40 aniversario de la compra de Vega Sicilia, firmada ante notario por David Álvarez el 15 de abril de 1982 en el restaurante Zalacaín, considerado en aquellos años el mejor y más deseado restaurante de España, con la puesta en marcha de una nueva bodega en Galicia. Todo ello justo cuando, según Antonio Menéndez, director general de Tempos Vega Sicilia, la empresa ha cerrado el mejor año de su historia, con una facturación de 60 millones de euros. a nueva bodega estará situada en las Rías Baixas (Galicia) para elaborar vinos blancos con uva Albariño, la clásica de la región. "La bodega se construirá en Crecente y ya están compradas 24 hectáreas de viñedo y terrenos, fundamentalmente en Condado de Tea, en la parte alta del río Miño; en Salnés, en torno a Cambados, O Grove y Sanxenxo; y en el propio Crecente", ha explicado Pablo Álvarez, consejero delegado de la compañía. La inversión será aproximadamente de unos 20 millones de euros entre viñedo y bodega. La decisión de abrir una nueva bodega en Galicia fue tomada hace unos años al considerar que el Albariño es probablemente la gran variedad de vino blanco española y la región de Rías Baixas tiene una personalidad única en España y en el mundo. "Es una región histórica y singular donde ya hay excelentes productores; de esta forma la familia cumple el sueño de elaborar un gran vino blanco español", aseguran en Vega Sicilia. La bodega elaborará dos vinos: Deiva, con una crianza de dos años, y Arnela, que será el blanco premium de la casa con una crianza de tres años. La primera cosecha de Deiva está prevista para el 2023 y saldrá al mercado en 2025. El objetivo es alcanzar una producción total de 300.000 botellas con los dos vinos, siempre en función de la calidad de las cosechas. Una historia de éxito Durante los tres años siguientes a la adquisición de Vega Sicilia por parte de la familia Álvarez, Jesús Anadón Trullenque continuó como Director Técnico y Director General de la bodega hasta su jubilación en 1985, siguiendo como consejero hasta su fallecimiento en 1992. Pablo Álvarez (Bilbao, 1954), que estudió Derecho en Madrid, comenzó a ir a la bodega una vez por semana desde 1983 hasta que en 1985, con la jubilación de Anadón, se hizo cargo de la Dirección General de Vega Sicilia. Ese mismo año nombró a Mariano García como Director Técnico de la bodega. "En estos 40 años, la familia Álvarez ha convertido Vega Sicilia en una familia de vinos únicos y reconocidos en todo el planeta, ha mejorado de forma indiscutible la calidad de esos vinos y ha recuperado gran parte de la viña que Eloy Lecanda, fundador de la bodega, plantó a mediados del siglo XIX" aseguran en la empresa. La familia ha creado cuatro nuevas bodegas (Alión en 1991, Oremus en 1993, Pintia en 2001 y Bodegas Benjamin de Rothschild-Vega Sicilia en 2009), impulsando notablemente la expansión internacional del grupo. Vega Sicilia vendía en 1982 unas 200.000 botellas y exportaba a cinco países, y ahora el grupo puede producir en torno 1,5 millones de botellas al año de todas sus bodegas en más de 150 países. Siempre en función de las cosechas y de las exigencias de la calidad del grupo. Las ventas han pasado en estos 40 años de 1,2 millones de euros en 1982 a 60 millones de euros en 2021. La producción ha pasado de 200.000 botellas en 1982 a una producción de 1,2 millones de botellas en 2021. Los beneficios se han multiplicado desde los 400.000 euros en 1982 a los 30 millones de euros actualmente. El grupo facturó en 2021 un total de 60 millones de euros y obtuvo un ebitda de 37 millones. Asimismo, el grupo invierte 5 millones de euros al año en la renovación y mantenimiento de los activos de sus bodegas