Un millar de agentes de la Guardia Civil están "volcados" en el dispositivo de seguridad y control para la recogida de la aceituna en Jaén, principal campaña agrícola de la provincia que se generalizará en los primeros días de diciembre.
Olivar en Jaén.
EUROPA PRESS
Así lo ha señalado este miércoles en jefe de la Comandancia jiennense, Luis Ortega, a preguntas de los periodistas sobre el operativo con el que el Instituto Armado refuerza su presencia en el campo para evitar ilegalidades y hurtos de aceituna.
"Empiezan a abrirse las almazaras, están en todas las poblaciones, tanto privadas como cooperativas. Y los puntos de compra, exactamente igual", ha comentado para añadir que con el inicio de la campaña también ha "empezando a ocurrir algunas incidencias".
En concreto, según ha precisado, el dispositivo de la Benemérita ha detectado dos robos, en uno de los cuales los autores recogieron directamente de los árboles de una parcela unos 4.500 kilos de aceituna y en otro, en torno a 150 kilos.
"Son 1.000 agentes los que tenemos volcados en este dispositivo", ha destacado Ortega no sin expresar su confianza en que "la cosa se vaya controlando, como se ha hecho cada año". Para ello, además de la presencia en el campo, prestarán especial vigilancia en las almazaras y puestos receptores de aceituna, además de controlar su transporte.
Se verán reforzados con los dos equipos Roca (especializados contra robos en el campo) que, integrados por cinco miembros cada uno, tienen su base en Úbeda y Martos y por la policía adscrita de la Junta de Andalucía. También participa en este servicio, en las zonas de su ámbito, la Policía Nacional, al tiempo que se ha solicitado los ayuntamientos la colaboración de la Policía Local.
Durante la campaña 2017-2018, hubo un 40 por ciento menos de aceituna sustraída con respecto a la anterior y la Guardia Civil consiguió recuperar 187.634 kilos de los 300.537 cuya sustracción se había denunciado.
Además, desde este cuerpo se pide la colaboración de los agricultores para evitar robos, por un lado, alertando a las fuerzas del orden si observan movimientos sospechosos y, por otro, evitando dejar en el campo la aceituna recogida o herramientas, ya que así se le pone más fácil a los posibles ladrones.