La Unión Europea ha dejado claro que mantiene su compromiso con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de fijar un mínimo del 15% a las multinacionales y los grupos nacionales de gran magnitud en el impuesto sobre Sociedades. El mensaje sirve de aviso a navegantes, después de que el presidente Donald Trump sacase hace sólo unos días a Estados Unidos de este acuerdo , alcanzado por las economías más desarrolladas del planeta. Ese movimiento y el rumbo de la política comercial norteamericana en sus primeras semanas de mandato -empleando los aranceles como arma de presión para negociar - puede obligar a la Unión Europea a rediseñar la tributación global para hacerla más flexible. El pacto, que fue adoptado en origen por un total de 142 países, busca evitar la erosión de bases imponibles (que las empresas hagan uso de la ingeniería contable para pagar menos impuestos de los que les corresponden), así como que haya un traslado de beneficios a paraísos fiscales . Dada la oposición frontal de Washington a las reglas de tributación mínima establecidas por la OCDE y adoptadas por la UE "es de esperar" que, ante la amenaza de que las compañías del viejo continente sean objeto de medidas arancelarias y tributarias severas, Bruselas deba "relajar determinados aspectos" de la normativa que rige el conocido como Pilar 2. El objetivo sería acomodarla a los intereses norteamericanos, explica a 'La Información Económica' José María Remacha, socio de fiscalidad internacional de EY Abogados. Así, es muy posible que la regla que permite a los estados europeos gravar a las empresas norteamericanas por los impuestos que no pagan en EEUU (UTPR) sea simplificada de tal manera que no aplique en determinados supuestos . El experto pone varios ejemplos. Una posibilidad es que en el caso de que en el país donde reside la entidad matriz se satisfaga un tipo nominal (no efectivo) superior al 15% o 20% se considere que dicho país es una jurisdicción segura a efectos de Pilar 2. Otra, que las normas de la UE se acomoden al sistema tributario estadounidense para que, de facto, no apliquen para las empresas norteamericanas. Este tipo de cambios permitiría evitar la aplicación de medidas tributarias de represalia contra EEUU sin que la UE se vea obligada a retirar la normativa en vigor , "cosa harto difícil debido al procedimiento necesario para ello y al impacto reputacional que podría tener para las instituciones comunitarias", puntualiza José María Remacha. La resistencia de EEUU a aplicar la tasa global El Congreso norteamericano no había ratificado aún la tasa mínima global, si bien el anuncio del presidente estadounidense supone en la práctica ir un paso más allá, dado que también se opone de forma activa a su avance . La Secretaría de Estado, junto con la Oficina Norteamericana de Comercio Exterior, investigarán posibles incumplimientos de convenios fiscales con Estados Unidos y analizarán, además, nuevas normativas tributarias en otros países que puedan perjudicar a las empresas estadounidenses. La decisión de Trump llega, además, cuando España, Francia e Italia mantenían desactivada temporalmente la denominada ' Tasa Google ' bajo la promesa de cooperación tributaria internacional, que ahora contraviene EEUU. El Impuesto sobre determinados Servicios Digitales gravaba a las grandes tecnológicas con un 3% sobre los ingresos derivados de servicios de publicidad en línea, intermediación en línea y transmisión de datos. "En el ámbito de la fiscalidad internacional, muchos profesionales sentimos que se avecina un retorno a la 'Tax Competition' de los años 2000, aunque sin llegar a una guerra fiscal declarada ", sostiene Juan Martínez, socio de Fiscal de Grant Thornton, en el marco del último Informe de perspectivas publicado por la firma. Desde su punto de vista, los giros inesperados, como los anunciados por el presidente Donald Trump, están "reconfigurando" un sistema que durante cuatro décadas había mantenido cierta estabilidad. Fiscalidad global... y debate político interno España incorporó el desarrollo legal de la tributación mínima global del 15% en el marco de la reforma fiscal que diseñó el nuevo impuesto a la banca , el alza de dos puntos del IRPF para las rentas del capital superiores a los 300.000 euros o las subidas fiscales a vapeadores y tabaco, entre otras medidas. El Gobierno de coalición logró sacarla adelante 'in extremis ', tras unas negociaciones que se llevaron al límite con sus socios habituales (Junts, PNV, ERC, Podemos, Bildu y BNG). Esa reforma era esencial para poder acceder al quinto pago ampliado de los fondos europeos Next Generation, por valor de 25.000 millones de euros. La Comisión Europea llevó a España y a otros tres países (Chipre, Polonia y Portugal) ante la Justicia Europea hace sólo unos meses por haber retrasado la transposición de la directiva europea que conlleva el tipo mínimo a las multinacionales y grandes grupos nacionales. Este debía entrar vigor como muy tarde el pasado 1 de enero para poder aplicarse sobre el ejercicio fiscal 2024, tal y como los Veintisiete se habían comprometido en el marco de la OCDE. El Impuesto Complementario que asegura ese nivel mínimo de tributación, que se introdujo a través de La Ley 7/2024, se aplica a las entidades radicadas en territorio español integradas en grupos multinacionales cuyo importe neto de la cifra de negocios haya sido de al menos de 750 millones de euros en dos de los cuatro periodos impositivos inmediatamente anteriores a su entrada en vigor.