Las altas temperaturas en Almería podrían acelerar el deterioro de los alimentos más sensibles
Carne en un congelador. Astrophytum / Depositphotos
Alimentación
El gran apagón que afecta a toda España ha puesto en alerta a los hogares de Almería . Con la falta de electricidad, la conservación de los alimentos en neveras y congeladores se convierte en una prioridad no solo para evitar el desperdicio , sino también para prevenir riesgos de intoxicación alimentaria. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda actuar rápido y siguiendo un orden lógico de consumo.
Los más sensibles
Los alimentos frescos y perecederos son los primeros que deben consumirse. Según la AESAN, los productos que requieren frío constante, como la leche, los yogures, el queso blando, las carnes frescas y los pescados, comienzan a deteriorarse tras apenas dos o cuatro horas sin refrigeración, especialmente si la temperatura ambiente supera los 20 ºC, como es el caso de nuestra provincia.
En este caso, la recomendación es clara: "En caso de tener una cocina de gas, cocine las carnes y pescados lo antes posible al menos a 70 grados centígrados para destruir bacterias peligrosas y prolongar su vida útil unas horas más", apuntan desde el Ministerio de Sanidad.
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M. R. Cárdenas
Algo más resistentes
Los huevos, pese a ser alimentos de origen animal, resisten mejor la falta de frío en condiciones normales. Si no se rompen y se mantienen a temperatura ambiente moderada, pueden durar de 12 a 24 horas. Por su parte, frutas y verduras aguantan más, pero algunas variedades delicadas como fresas, lechugas o tomates deberían consumirse en las primeras horas para evitar pérdidas.
Un truco recomendado por expertos de la Universidad de Granada: " Agrupar frutas y verduras en cajas o recipientes ventilados ayuda a que transpiren mejor y ralentiza su deterioro ".
Cómo minimizar la pérdida de alimentos
Mientras dure el apagón, es fundamental "no abrir innecesariamente" la puerta del frigorífico o congelador . Cada vez que se abre, se pierde el aire frío acumulado y se acelera el deterioro de los alimentos.
Desde la AESAN aconsejan también improvisar soluciones: "Si se dispone de neveras portátiles y bolsas de hielo, se pueden trasladar los alimentos más críticos para conservarlos unas horas más ". Otra recomendación es priorizar la cocción sobre el consumo crudo. Los alimentos cocinados resisten mejor y durante más tiempo incluso a temperatura ambiente.
Alimentos que no necesitan refrigeración
A pesar de las precauciones no todo son malas noticias. El consumo de algunos alimentos básicos de la despensa es perfectamente seguros durante varios días sin necesidad de electricidad.
Entre ellos se encuentran:
Conservas (atún, sardinas, legumbres cocidas).
Frutos secos.
Arroz, pasta y legumbres secas.
Panes de larga duración y productos de bollería industrial.
Chocolate, miel y azúcar.
"Una despensa bien surtida de alimentos no perecederos puede ser la mejor defensa ante apagones prolongados", afirma la AESAN en sus guías de emergencia.
La última opción: cuándo tirar la comida
Una vez recuperada la electricidad, conviene revisar todos los productos. Cualquier alimento que haya estado a más de 5ºC durante más de dos horas debe descartarse, especialmente carnes, lácteos, pescados y platos ya cocinados.
El consejo general: si tienes dudas, tira el alimento. "El riesgo de intoxicaciones alimentarias supera con mucho la pérdida económica de desechar un producto", insisten los expertos.
Fotografía de Astrophytum, descargada de www.depositphotos.com
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