La llegada del otoño también se nota en la alimentación, además de en el tiempo y en el armario. Los menús ligeros y refrescantes del verano, pensados especialmente para sofocar las altas temperaturas, dejarán paso a los platos de cuchara y elaboraciones calientes. Si durante estos meses, la sandía, el melón o las almejas eran alimentos indispensables en la nevera, ahora lo serán las espinacas, el pescado azul o las setas y otros cuatro productos que debes tener en cuenta a la hora de ir al mercado, más aún cuando comienza la temporada de dietas, tras los excesos del verano.
Calabacín y calabaza: su alto contenido en agua y su escaso aporte de calorías e hidratos de carbono los convierte en alimentos esenciales para ayudar a quitarse de encima esos kilos del verano, tras largas jornadas de tapeo y vacaciones. Además, son el acompañamiento perfecto para cualquier plato y el otoño es el mejor momento para consumirlo.
Espinacas: igual que los productos anteriores, poseen muy pocas calorías y tienen poder saciante. Otro de sus beneficios es que aporta hierro. Es otro de los alimentos cuya época perfecta de consumo es el otoño, junto a las acelgas, las berenjenas, los boniatos, las coles o las zanahorias.
Setas: productos por excelencia del otoño. Contienen proteínas, hierro, fósforo y potasio, componentes esenciales para que el organismo funciones de forma adecuada.
Espárragos trigueros: un alimento muy diurético, una características fundamental para las dietas que muchos se proponen empezar en esta época. También son muy recomendables para aquellos que tienen retención de líquidos y su versatilidad en la cocina es un punto a su favor.
Lechuga u otras variedades: las ensaladas no son solo un plato de verano. También son perfectas en el resto de estaciones y son una buena opción cuando no se tienen demasiadas ganas de estar en la cocina. La lechuga es rica en antioxidantes y puede emplearse como un complemento perfecto. Además, comer una ensalada nunca será aburrido si se aliñan con diferentes vinagretas que le den toques de sabor diferente a cada elaboración.
Pescado azul: además de ayudar a conciliar el sueño, los pescados azules como la trucha o las sardinas son ricos en Omega 3, un ácido graso beneficioso para el corazón y la mente, esencial, por tanto, en época de exámenes. También ayudan a fortalecer los huesos y el sistema nervioso.
Frutos secos: se trata de un alimento que no pueden faltar en las dietas ya que aportan fósforo, hierro, nutrientes y vitaminas. Aunque tampoco hay que abusar de ellos porque contienen calorías.
Acompañar estos alimentos de bebidas que aceleren el metabolismo es una buena opción para hacer que el cuerpo regrese a la rutina tras las vacaciones.