Una mala elección puede arruinar tu experiencia a miles de metros de altura. Algunos productos, aunque saludables, pueden generar molestias digestivas durante los trayectos más largos Antes de embarcarse en un vuelo largo , conviene prestar atención no solo al asiento o al entretenimiento a bordo, sino también al menú previo. Una mala elección alimentaria puede traducirse en molestias digestivas, gases e incomodidad durante el trayecto. Varios nutricionista s han identificado para Reader's Digest siete tipos de alimentos que sería mejor dejar fuera del plato antes de volar. Para quienes busquen alternativas más adecuadas, Passerrello sugiere snacks saludables como fruta deshidratada sin azúcar, frutos secos sin sal, edamame seco o cereales integrales. También son buena opción las barritas proteicas con prebióticos o el clásico plátano bien protegido en la mochila. Además, ambas nutricionistas coinciden en un consejo básico: mantenerse bien hidratado, bebiendo un vaso de agua por cada hora de vuelo. Una recomendación sencilla que puede marcar la diferencia a miles de metros de altura. Brócoli, coliflor, coles de Bruselas o repollo son verduras cargadas de beneficios nutricionales, pero no son las mejores aliadas en las alturas. Según Caroline Passerrello, dietista registrada, estos vegetales contienen fibra y un azúcar llamado rafinosa, que puede provocar gases y sensación de hinchazón. Aunque una copa de vino o una cerveza pueden parecer una buena idea para relajarse antes del vuelo, su efecto puede ser contraproducente. "El cambio de altitud y los patrones de respiración durante el vuelo pueden favorecer la deshidratación, y el alcohol la empeora", advierte Passerrello. Además, como explica la nutricionista Bonnie Taub-Dix, las bebidas alcohólicas alteran el sueño y pueden hacer que llegues más cansado de lo que esperabas. La cafeína, presente en el café o ciertos tipos de té, también puede provocar deshidratación, por lo que los expertos recomiendan limitar su consumo durante el viaje. "La cafeína es un estimulante y podría dificultar el descanso durante el vuelo", señala Taub-Dix. Además, al ser diurética, puede aumentar la frecuencia con la que necesitas ir al baño, interrumpiendo tu descanso y el de quienes te rodean. Los alimentos ricos en determinados azúcares, como la lactosa (presente en productos lácteos) o la fructosa (que se encuentra en peras, cebolla, alcachofas o trigo), pueden resultar difíciles de digerir en algunos pasajeros. También el sorbitol, presente en manzanas, melocotones, ciruelas o productos sin azúcar, puede provocar gases y malestar, según el IFFGD. Garbanzos, lentejas o alubias contienen fibra insoluble que, aunque saludable, puede provocar hinchazón en determinadas personas. Estas legumbres, muy presentes en dietas equilibradas, requieren una digestión más compleja que no siempre resulta cómoda durante un vuelo prolongado. Platos abundantes como hamburguesas, patatas fritas o pastas muy densas pueden provocar sensación de pesadez y malestar durante el trayecto. "Queremos sentirnos saciados pero no completamente llenos antes de volar", subraya Taub-Dix . Comer en exceso antes de embarcar puede derivar en gases y digestiones pesadas nada agradables . Aunque parezca buena idea llenar el estómago para no pasar hambre en pleno vuelo, comer demasiado puede ser contraproducente. Taub-Dix recomienda mantener un equilibrio que permita sentirse cómodo, sin caer en excesos que dificulten el bienestar en cabina. Antes de embarcarse en un vuelo largo , conviene prestar atención no solo al asiento o al entretenimiento a bordo, sino también al menú previo. Una mala elección alimentaria puede traducirse en molestias digestivas, gases e incomodidad durante el trayecto. Varios nutricionista s han identificado para Reader's Digest siete tipos de alimentos que sería mejor dejar fuera del plato antes de volar.