El grupo sanitario Ascires -que incluye Eresa Cetir y Sistemas Genómicos- está en pleno proceso de crecimiento, tanto en investigación como en desarrollo internacional. Así lo explican en la compañía para argumentar la ampliación de capital de Sistemas Genómicos -la empresa dedicada a laboratorio genético- que acaba de realizar.
Se trata de una inyección de once millones de euros, que ha sido suscrita por la familia Saus, propietaria de Ascires, y que deja el capital social de la compañía en 14,18 millones de euros; es decir, implica multiplicar por casi 4,5 veces el capital de la compañía, lo que la refuerza para su desarrollo futuro.
Desde el grupo señalan que la familia propietaria ha decidido impulsar el proyecto, especialmente en dos vías. Por un lado, incrementar su desarrollo internacional, ya que están presentes especialmente en América Latina y en países árabes, con desarrollo para centros sanitarios de esos países. Además de crecer en nuevos mercado, el otro objetivo es impulsar la investigación y desarrollo, tanto en diagnóstico como en tratamiento genético, y más concretamente en la rama de oncología, explican en la firma.
La empresa añade que los costes de la investigación en genética son elevados, debido al alto componente de tecnología, ya que los avances van, además, muy ligados a los avances en bio-informática.
Además del diagnóstico y tratamiento humano, Sistemas Genómicos también está desarrollando investigaciones en el ámbito vegetal, como el test genético más preciso para la detección temprana de la bacteria Xylella fastidiosa, que afecta a cultivos como el olivo, almendros, cítricos o vides.
Clínicas Además de esta apuesta por la I+D, el grupo Ascires está realizando una importante apuesta por la genética en sus centros sanitarios.
El año pasado invirtio 37 millones de euros en la apertura de seis clínicas, con una alta especialización en medicina genética.
Los nuevos establecimientos que operan con la marca Ascires se encuentran en Madrid, Barcelona, Xátiva, Gandía y Castellón, además de un centro en la zona de Blasco Ibáñez de la capital valenciana, que que se sumaron a la que tenía en Valencia en la zona de Campanar.
Su intención con estos centros es que la medicina genética se integre con el diagnóstico por imagen, el negocio tradicional de Eresa que de hecho ha sido el concesionario de esa especialidad para la Sanidad Pública valenciana, gracias a la implantación de consultas especializadas en asesoramiento genético.