Una parte de la comunidad de riegos número 5 de Bardenas rechaza la instalación del riego por goteo en los montes por la falta de ayudas económicas para las explotaciones agrarias de carácter familiar y por «la previsible falta de agua en un futuro cercano». Denuncian que son «acosados» por los partidarios del sistema.
Los agricultores de las Cinco Villas contrarios a la modernización lamentan las obras ya comenzadas. | EL PERIÓDICO
David Chic
Zaragoza 13 OCT 2024 7:00
La plataforma ciudadana contra la modernización integral del regadío en la comunidad de regantes número 5 de Bardenas está en pie de guerra contra los aspersores , los hidrantes, los tubos de pvc, las válvulas y los sistemas de filtrado y bombeo. Rechazan un proyecto que creen «caro», «ineficaz» y «desproporcionado» a pesar de que la tendencia natural en el sector agrario sea abrazar estos cambios en aras de la eficiencia económica y ecológica. Una posición a contracorriente que también les ha generado el «acoso» de los que desarrollan las obras al haber entrado en sus campos con máquinas excavadoras «sin autorización».
Protesta contra el sistema de riegos. |
«Desde un punto de vista técnico, nadie se opone a las ideas genéricas de modernizar los sistemas de riego , de hacerlos más eficientes y de tratar de ahorra agua, siempre que los proyectos a acometer sean rentables económicamente y aprobados por una mayoría de propietarios, lo cual no es el caso que nos ocupa», explican desde la plataforma.
Los afectados por el cambio lamentan que en las asambleas en las que se aprobó la modificación no se tuvo en cuenta la ponderación entre los propietarios y las hectáreas afectadas, algo que, en su opinión, ha permitido que a pesar de que la modernización ocupa solo el 37% de la superficie total de la comunidad número 5, finalmente votaran todo los regantes, según detalla el informe elaborado por el profesor titular de Hidráulica de la Universidad de Zaragoza , César González, encargado por la propia plataforma.
La idea de plantear esta votación, en la que también participó el Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros como gestor de un amplio volumen de hectáreas, fue que en el futuro se acometerá la modernización de toda la comunidad . «Realmente el 90% de los agricultores que de verdad trabajan en estos pueblos está en contra», explica la portavoz Laura Barrena.
Concentración en una plantación. |
Los agricultores contrarios al nuevo sistema en las Cinco Villas evidencian también la falta de ayudas públicas que ha recabado la iniciativa. «Ningún regante se niega a realizar inversiones en sus parcelas si van a ser rentables», explican. En su caso lamentan que las ayudas del Gobierno de Aragón y de Seiasa les obligue a asumir el 43,8% del coste total de las actuaciones proyectadas , «un porcentaje muy superior al asumido por los particulares en la última década», indica Barrena. Detallan que hay datos de mejora de riegos en los cuales los regantes aportan el 18%, como pasa en Andalucía o La Rioja, o el 20% como sucede en Valencia. «A lo más que se ha llegado en Aragón es al 33%», siempre con el apoyo de las empresas públicas de desarrollo rural, manifiestan los detractores del proyecto.
Otra de las cuestiones que entran en liza, según esta agrupación de un centenar de personas que encabeza las protestas, tiene que ver con las dudas ambientales del desarrollo por «la previsible falta de agua en un futuro cercano ».
El informe de González Cebollada indica que el proyecto no va a servir para el ahorro hídrico porque el nivel de endeudamiento de los propietarios «va a ser tan grande» que tendrán que intensificar sus producciones agrícolas y gastar más. «Las inversiones económicas que realizan los agricultores, unidas a las nuevas posibilidades de riego y fertilización que ofrecen los sistemas de riego por aspersión o goteo hacen que se implanten cultivos más rentables, pero también más necesitados de agua», indican desde la plataforma. El profesor de Hidráulica refiere un incremento de alfalfa u maíz y un aumento del consumo de agua de un 18,8%.
La puesta en marcha de este proceso de modernización ha enrarecido la convivencia en la comarca, hasta el punto de que se ha judicializado el proyecto para detener las obras. Los agricultores contrarios han reclamado la presencia de la Guardia Civil para evitar la entrada en los terrenos de excavadoras que van ejecutando los trabajos previstos . «Desde el mes de agosto hemos tenido que despacharlos porque no pueden entrar», reconoce Barrena.
Y en el fondo de su polémica está el temor de un colapso económico que les lleve a vender superficie agraria contribuyendo a la expansión de unos fondos de inversión que están modificando el paisaje rural de la comunidad. La llamada uberización del campo que cada vez es más evidente. «Meterse en deudas con más de 60 años es complicado, la propia tierra a veces no es aval suficiente para estos créditos y se tiene que arriesgar más patrimonio», advierten.
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