La sequía ha evidenciado la necesidad urgente de modernizar los sistemas de riego agrícolas, para lo que se movilizarán 1.000 millones La sequía de los últimos años en Catalunya ha evidenciado como nunca la necesidad de modernizar los sistemas de regadío. La falta de agua ha tenido un fuerte impacto en la producción de alimentos, como es el caso del aceite de oliva o el cava, lo que ha provocado un notable encarecimiento de estos. Ha obligado, además, a movilizar millones de euros en ayudas a los agricultores afectados. El 27 de diciembre pasado, sin ir más lejos, la Conselleria de Agricultura hizo efectivo el pago de 67 millones de euros en ayudas por la sequía sin trámites administrativos, tal como se había acordado con el sector. En total, se aprobaron 24.482 expedientes para una superficie de 351.989 hectáreas. El nuevo plan incluye la modernización del canal de Urgell y del delta del Llobregat Pero estos pagos, aunque necesarios, son solo parches, alertó recientemente el titular de Agricultura, Òscar Ordeig, durante la presentación del balance exportador agroalimentario de Catalunya. "Con un mejor sistema de regadíos, eficiente, estaremos más preparados para afrontar episodios de sequía y ahorrar el máximo de agua", señaló entonces. Para ello, la conselleria está trabajando en un nuevo plan de regadíos para el periodo 2025-2040, con el compromiso de modernizar todos los sistemas de Catalunya. El conjunto de actuaciones conllevará una movilización de 1.000 millones de euros. Estas incluirán, entre otras cuestiones, el inicio de modernización del riego del canal de Urgell en la cuenca del Segre y del de delta del Llobregat. Asimismo, se continuará con la actualización de los riegos de los ríos Ter y Muga. El plan incluye la transformación de las infraestructuras que dan servicio al sector primario con tecnología que permita usar la mínima cantidad de agua posible. De esta manera, se intenta adaptar el sistema a la emergencia climática y a futuros episodios de sequía a la vez que se garantiza la producción de alimentos. Una de las primeras actuaciones que ya se han iniciado tiene lugar en el embalse de Guiamets, en colaboración con el ministerio de Transición Ecológica. Fue éste el que encargó a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) la redacción de un proyecto para esta infraestructura, cuyas obras de reforma comenzaron hace apenas unos días. La iniciativa tendrá un coste de 5,7 millones de euros y permitirá garantizar el agua para las demandas de riego procedente del Ebro a la comarca del Priorat a través del embalse de Guiamets. La comunidad de regantes del Baix Priorat comprende una superficie de 1.400 hectáreas que ha sufrido una situación de sequía absoluta durante las campañas del 2023 y del 2024. Actualmente, el pantano está solo al 10% de capacidad, una cantidad insuficiente para garantizar la temporada de cultivos del 2025. Las obras para abastecer el pantano y mejorar la infraestructura de riego acabarán a finales de este año. Es uno de los ejemplos de cómo se está adaptando el sistema agroalimentario a la escasez de agua. El plan de modernización del sistema de riego enlaza con la estrategia alimentaria que el departament está ya desarrollando, y que concluirá en el 2028. Dentro de ella se incluyen catorce actuaciones, entre las que destacan la ley de la alimentación de Catalunya, que presentará un nuevo marco normativo para la sostenibilidad integral del sistema alimentario, el impulso de infraestructuras alimentarias compartidas o la transformación tecnológica y digital del sistema, entre otros. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetuer adipiscing elit Lorem ipsum dolor sit amet