Referente femenino, constante e innovador en el sector ganadero
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Referente femenino, constante e innovador en el sector ganadero
Inmaculada Sarasa, ganadera de porcino en Alcalá de Gurrea, ha recibido el premio Ganadería en Femenino de Zoetis por su labor e innovación en el sector.
NOTICIA
Inmaculada Sarasa es ganadera de porcino en Alcalá de Gurrea (Huesca).
I. S.
La ganadería ha formado parte de la vida de Inmaculada Sarasa , natural de Alcalá de Gurrea (Huesca), desde que nació. Sus padres ya tenían ovejas allá por los años 80, pero debido a la falta de pastores y al sacrificio que suponía criar a estos animales, en los 90 decidieron reconvertir su explotación y dedicarse a los terneros. Con 16 años, Inmaculada se marchó a estudiar a Huesca y tras formarse como auxiliar de enfermería y en atención a personas con discapacidad, empezó a trabajar en residencias y en ayuda a domicilio en la Hoya de Huesca. Pero la ganadería seguía muy presente en sus planes y, tras darle varias vueltas junto a su marido, en 2008 se lanzó a montar su propia granja con sus primeras 1.999 plazas de porcino en una parcela donada por su padre en su localidad natal. Ahora, tras años de duro trabajo, Inmaculada acaba de recibir el premio Ganadería en Femenino de Zoetis, que reconoce tanto su trayectoria en el sector como su apuesta por la innovación.
"Se enteraron en Ars Alendi de que existía este premio y decidieron presentarme, pero no tenía ninguna confianza. Al final ganamos y estamos muy contentos. Este premio se lo dedico a las mujeres que labraron el camino para llegar adonde estamos nosotras ; esas mujeres que nunca han sido reconocidas, las madres, abuelas..., que siempre han estado dedicadas a la ganadería en los pueblos para ayudar a la economía familiar. Y también a las mujeres de ahora y a las del futuro, y a Zoetis, por la creación de este premio", señala Inmaculada Sarasa.
Inmaculada Sarasa, durante la entrega del premio Ganadería en Femenino de Zoetis.
I. S.
Aunque al principio Inmaculada compaginaba la actividad en la granja con su trabajo en el sector sanitario -siempre con la ayuda de su marido y de su hijo, que ahora acaba de montar su propia granja de vacuno-, en 2019 decidió centrarse exclusivamente en la ganadería. "Hicimos una ampliación y me pedí una excedencia para dedicarme solo a la granja y atender a mis padres, que son mayores" , explica Inmaculada.
Desde entonces, cuenta con 4.134 plazas -todas ellas cerdas hembras destinadas a la cría -, y debido a ese alto número de animales, Inmaculada pone un empeño especial en su seguridad y bienestar, apostando por la innovación. Así, ha introducido elementos como los contenedores de hidrólisis o la cuba propia para retirar purines. Además, trabaja mano a mano con las veterinarias de Ars Alendi para controlar la salud de sus cerdas.
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