El informe 'Diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura', ha resumido en cinco recomendaciones lo que esperan de la futura PAC. No son muy diferentes a las que había en la presente Política Agraria Común, si bien tienen matices.
En primer lugar, «cooperar por un futuro sostenible, resiliente y competitivo», pues no olvidan adaptar la PAC al contexto de transición sostenible europea, reflejada, sobre todo, en el Pacto Verde, tan criticado por el campo. Segundo, «avanzar hacia sistemas agroalimentarios sostenibles», para que tanto la agricultura y la ganadería proporcionen dietas equilibradas.
En tercer lugar, «fomentar la resiliencia transformadora»: con ello se refieren a la necesidad de reformar las herramientas de gestión de riesgos y crisis por los problemas actuales (y futuros) del medioambiente, el clima, la geopolítica o la economía. Lo resumen en «promover una agricultura resiliente desde el punto de vista hídrico y fomentar la innovación en mejora vegetal».
Cuarto, no se olvidan de «crear un sector atractivo y diverso», dada la importancia del relevo generacional y de la igualdad de género, así como la intención de llevar a cabo unas zonas rurales y unos sistemas agroalimentarios dinámicos donde se incluya «la necesidad de proteger a los trabajadores del campo».
Y con la última recomendación, «mejorar el acceso al conocimiento y a la innovación y uso de los mismos, desde la Comisión Europea llegan a la conclusión de que debe facilitarse el acceso a los conocimientos y las capacidades, y de que la digitalización, aseguran, constituye una oportunidad.
Según Von der Leyen, todavía deben «seguir reduciendo la burocracia, especialmente para las explotaciones pequeñas y familiares. A principios de este año, introdujimos medidas para liberarlos de los controles y sanciones vinculados a la PAC. Por eso queremos continuar por este camino (...) Y debemos promover una cadena de valor alimentaria europea competitiva, aprovechando las oportunidades que ofrece la innovación en este campo».
Comenta