Proteger las abejas para garantizar el futuro del planeta
Día Mundial de las Abejas
Las abejas y otros polinizadores están cada vez amenazados por los efectos de la actividad humana y el cambio climático
La polinización que realizan animales como las abejas o las mariposas es clave para las cosechas.
Otras Fuentes
Barcelona
20/05/2021 07:00
Las abejas son una de las especies animales más importantes de nuestro planeta. De ellas dependen la polinización de las plantas y, por lo tanto, de la producción de alimentos y productos básicos para nuestra subsistencia.
Pero las abejas corren el peligro de extinguirse. Las tasas actuales de extinción de especies son de cien a mil veces más altas de lo normal, y todo por culpa del impacto de la actividad humana en el planeta. Los cambios en el uso de la tierra, las prácticas de agricultura intensiva y el uso de plaguicidas, así como la contaminación, las plagas, las enfermedades y el cambio climático amenazan el hábitat de las abejas, su salud y su desarrollo.
Todas estas amenazas están provocando un declive sin precedentes que preocupa mucho a la comunidad científica. Tanto es así, que la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) decretó, en una declaración aprobada en diciembre de 2017, que el 20 de mayo se conmemoraría el Día Mundial de las Abejas.
Con esta jornada se reconoce la contribución y el papel fundamental de las abejas y otros polinizadores en la producción sostenible de alimentos y la nutrición. De ellas depende nuestra seguridad alimentaria y, por extensión, la lucha contra la pobreza, la erradicación del hambre y la salud humana.
Casi el 40% de los polinizadores invertebrados -en particular las abejas y las mariposas-, y alrededor del 17% de los polinizadores vertebrados -como los murciélagos- están en peligro de extinción a nivel mundial, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Para la ONU, es urgente abordar el problema de la disminución de la diversidad de polinizadores en el mundo y los riesgos que ello implica para la sostenibilidad de la agricultura, los medios de vida del ser humano y el suministro de alimentos
¿Qué es la polinización?
Polinizar consiste en transportar el polen al lugar adecuado de la planta para que germine o produzca semillas. La gran mayoría de las especies de plantas con flores producen semillas solo si los animales polinizadores transportan el polen desde las anteras -la parte superior del estambre- hasta los estigmas de las flores.
Según la FAO , entre el 80% y 90% de todas las especies de plantas que florecen en el mundo necesitan ser polinizadas por animales polinizadores. Asimismo, el 75% de los cultivos alimentarios dependen en parte de la polinización y el 35% de las tierras agrícolas mundiales.
Los principales polinizadores son las abejas, de las que existen 20.000 especies diferentes. Pero no son las únicas. También realizan esta importante tarea otros animales como los abejorros, las avispas, las polillas y las mariposas.
También existen polinizadores vertebrados, como los murciélagos, mamíferos no voladores (como varias especies de monos y roedores, lémures, ardillas, olingos y kinkajúes) y aves como colibrís, suimangas, mieleros y algunas especies de loros, que también realizan tareas de polinización.
Por otro lado, la polinización es esencial también para producir productos básicos para la elaboración de medicamentos, biocombustibles o materiales de construcción. Por último, los polinizadores también nos alertan sobre los nuevos riesgos ambientales, pues son indicadores de la salud de los ecosistemas locales.
Abejas para garantizar nuestra seguridad alimentaria
Las abejas son esenciales en la producción de los alimentos a nivel mundial ya que polinizan más del 70% de los cultivos. La polinización es una contribución esencial en la producción de alimentos y los medios de subsistencia humana.
Por esta razón, todas las personas del planeta dependemos de la supervivencia de las abejas. Alimentos como las frutas y las verduras dependen directamente del trabajo que realizan los polinizadores. Sin ellos, productos como los arándanos, el café, el chocolate, los pepinos, las almendras, las fresas o la alfalfa para el ganado no existirían.
Las abejas son las aliadas para 2000 millones de pequeños agricultores en todo el mundo y contribuyen a garantizar la seguridad alimentaria de la población mundial.
Por otra parte, la obtención de miel de colonias de abejas silvestres es también una actividad importante para muchas poblaciones que dependen de los bosques en muchos países en desarrollo.
Sin embargo, la amenaza que sufren los polinizadores es muy grave. Los insectos son la base de la cadena alimenticia y si esta se desestabiliza, toda la pirámide se tambalea.
Si desaparecen las abejas y polinizadores, algunos cultivos de frutas, frutos secos y muchas hortalizas tendrán que ser sustituidos por cultivos básicos como el arroz, el maíz y la patata, lo que nos llevará a una dieta escasa y desequilibrada.
La apuesta por la agricultura sostenible es la mejor alternativa para reducir la amenaza de las abejas y los polinizadores. Con la agricultura ecológica se diversifica el paisaje agrícola y se promueve el uso de procesos ecológicos para producir alimentos.
Los apicultores y agricultores también deben concienciarse para reducir el uso de pesticidas, reservar algunas zonas como hábitat natural, crear barreras vegetales y respetar los lugares de anidación de las abejas.
Contribuye a la protección de las abejas
Los agricultores y las administraciones tienen un papel importante que desempeñar en la protección de nuestros polinizadores. Pero también hay cosas que nosotros podemos hacer en el día a día.
Por ejemplo, podemos crear un pequeño jardín para cultivar plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año para facilitar la tarea polinizadora de las abejas. Además, podemos apoyar a los agricultores que lleven a cabo prácticas agrícolas sostenibles, comprandoles productos como, por ejemplo, miel sin refinar.
También podemos proteger las colonias de abejas silvestres, por ejemplo, con iniciativas como la de apadrinar una colmena. También podemos dejar un cuenco poco profundo con agua limpia y piedras o palos para que las abejas beban y no se ahoguen.
Por último, es responsabilidad de todos conservar los ecosistemas forestales, por lo que debemos mostrar una actitud respetuosa con el entorno cuando vamos de excursión a la montaña.
Fuentes : Naciones Unidas, FAO, Greenpeace.
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