La entrada en vigor en marzo de este año de la nueva Política Agrícola Común (PAC) para el período 2023-2027 ha establecido la obligatoriedad de la digitalización de las explotaciones agrícolas y ganaderas, llevando aparejada la entrada en vigor progresiva del Cuaderno Digital de Explotación Agrícola. Esta herramienta supone cambiar del soporte en papel del cuaderno de explotación tradicional a un soporte digital que permita al agricultor sacar mejor provecho de la información que genera y poder trasmitirla a las administraciones por métodos telemáticos.
Desde el propio Ministerio recalcan que "la anotación de las aplicaciones de fertilizantes y de productos fitosanitarios en un cuaderno de explotación digital, en lugar de hacerlo en soporte papel, permite que el agricultor pueda mejorar el uso de la información que genera su propia explotación, combinándola con otras fuentes de información externas, como herramientas de fertilización o meteorológicas e incluso con la información de la propia maquinaria que utiliza".
Asimismo, el cuaderno digital "permite acceder a la lista de productos fitosanitarios autorizados, sistematizar la información sobre fertilización y conocer si se está haciendo un uso optimizado de estos insumos, acorde con el tipo de explotación, tipo de suelo, cultivo y zona", añaden.
A su vez, la información individualizada sobre el uso de insumos en la agricultura permite a las autoridades competentes poder comprobar de una forma más sencilla el cumplimiento de la normativa, como es el caso de las anotaciones relacionadas con el cumplimiento de ciertos requisitos de los Eco-regímenes y de las ayudas asociadas de la PAC.
El cuaderno digital permite acceder a la lista de productos fitosanitarios autorizados
Sin embargo, una herramienta que supone una mejor ordenación y acceso a la información de las explotaciones, supone, para muchos agricultores una carga de trabajo añadida en un sector en el que priman los trabajadores de edad elevada y que se desarrolla en zonas en las que la señal de internet llega en algunos casos con dificultad, e incluso, en otros casos, ni siquiera llega. No en vano, el cuaderno digital fue uno de los aspectos sobre los que pivotaron las recientes protestas del sector primario.
Para tratar de facilitar a los profesionales del campo esta labor, nacía, hace poco más de un año, Cropi, una empresa aragonesa surgida del carácter emprendedor de dos jóvenes ingenieros, Javier Tejero y Luis Cuotto.
Se trata de una plataforma de recogida y gestión de datos de las explotaciones agrarias. "Arrancamos como un simulador de campaña, con el fin de que los agricultores vieran lo que pasaba en sus explotaciones y pudieran tomar decisiones, pero con la regulación relativa al cuaderno de campo, decidimos dar un giro y centrar nuestros esfuerzos en este ámbito", explica Javier Tejero, cofundador de Cropi.
Cropi ofrece un sistema totalmente automatizado a través de una app que recoge los datos de cada explotación y los remite directamente al ministerio. "Así, los agricultores pueden concentrarse en su trabajo y dejar que seamos nosotros, junto con los técnicos agrónomos, quienes nos dediquemos a gestionar esta información. Nos hemos puesto en el lugar de los agricultores y les hemos propuesto una solución muy sencilla y que se adapta a la realidad del campo", explica Tejero.
La recién nacida empresa, que emplea a seis personas, y que ya trabaja con diversos clientes en Aragón está, además, abriendo vías de colaboración con los principales fabricantes de maquinaria para incorporar su tecnología a las telemetrías de las propias máquinas. Además, ha participado con éxito en diversos eventos de captación de inversiones como en programas de emprendimiento.
Huella de carbono
Además de facilitar la elaboración del cuaderno digital, Cropi trabaja en la posibilidad de acceder al mercado del carbono. "Queremos utilizar los datos que obtenemos de las explotaciones para poder recompensar a nuestros agricultores a través de la gestión del carbono. Incorporando algunas prácticas como la siembra directa o el uso de cubiertas vegetales pueden mejorar su rentabilidad a través de los créditos de carbono", explican sus responsables.
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