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Opciones que se barajan para el modelo de ayudas directas PAC 28-34

05/02/2025
En: agroinformacion.com
Digital
Juan Pedro Medina / Ingeniero agrónomo y ex viceconsejero de PAC y Desarrollo Rural de CyL Para contribuir al debate sobre el nuevo modelo de ayudas directas PAC 2028-2034, sin ser exhaustivo, haré referencia al contenido en dos documentos principales ya conocidos, en concreto: "Las recomendaciones del Diálogo Estratégico sobre el futuro de la Agricultura" y las "Conclusiones del Consejo los ministros de Agricultura de la UE del pasado mes de diciembre de 2024, sobre una política agrícola común posterior a 2027 centrada en los agricultores". Es relevante destacar el primer apartado del documento de conclusiones del Consejo en el que se hace referencia a los objetivos jurídicamente vinculantes de la PAC -en concreto al artículo 39 del tratado fundacional de la UE-, en virtud de los cuales la PAC posterior a 2027 incrementará la productividad agrícola propiciando así un nivel de vida equitativo a la población agrícola, estabilizará los mercados, garantizará la seguridad de los abastecimientos y asegurará al consumidor precios razonables. Con ello podemos manifestar que los objetivos originales de la PAC, implícita o explícitamente, siguen presentes todavía, y ello pone en valor la figura del agricultor como actor principal para conseguir los objetivos que benefician al conjunto de la sociedad. Sin embargo, se observa cómo, a lo largo de las sucesivas reformas, ante las nuevas demandas de la sociedad, los objetivos se han ido renovando. Así, junto a la orientación inicial de producir más y estabilizar los mercados, ahora se requiere también a los agricultores la defensa medioambiental y el sostenimiento del mundo rural. En este sentido, en las recomendaciones del Diálogo estratégico se indica que "La futura Política Agrícola Común debería centrarse en estos objetivos centrales": (1) Proporcionar apoyo socioeconómico dirigido a los agricultores que más lo necesitan; (2) Promover resultados ambientales, sociales y de bienestar animal positivos para la sociedad; (3) Fortalecer las condiciones propicias para las zonas rurales. De nuevo presentes los tres pilares básicos de la sostenibilidad: económico, medioambiental y social, en mi opinión una continuación del modelo de las dos últimas reformas de la PAC, alejándose de la PAC original y perdiendo protagonismo como política económica agraria, para convertirse en una PAC más ambiental y social. Centrándome en el primero de los objetivos propuesto, "Proporcionar apoyo socioeconómico dirigido a los agricultores que más lo necesitan", cabe destacar, las recomendaciones ligadas a revisar el modelo de ayudas directas hacia un modelo vinculado a los ingresos de las explotaciones, que sustituiría de forma progresiva los modelos actuales de pagos basados en hectáreas. Así, indica que, para orientar mejor el apoyo, los subsidios deberían estar vinculados a la viabilidad económica de los agricultores, lo que significa que la PAC debería "ofrecer apoyo a la renta a determinados agricultores activos de una manera mucho más específica" para apoyar a los más necesitados, en particular las explotaciones pequeñas y mixtas, los agricultores jóvenes, los recién llegados y en zonas con limitaciones naturales. El documento, recomienda encargarle a un grupo de trabajo independiente "la evaluación de los mecanismos y criterios más adecuados para orientar mejor los pagos a la renta". Esta evaluación debería incluir medidas como los mecanismos redistributivos, la limitación, la reducción progresiva de los pagos, los criterios de elegibilidad, así como nuevos mecanismos de distribución inspirados en las políticas sociales. En realidad, las medidas que sugiere incluir no son nuevas, la mayor parte ya están implementadas en la actual PAC, de hecho, ya existe actualmente cierta discriminación positiva a favor de pequeñas explotaciones, la degresividad, etc. Siempre he manifestado que las medidas de discriminación positiva por menor tamaño de explotación chocan y perjudican al modelo profesional de agricultura, que son los que dispone de las explotaciones de mayor dimensión, e incluso a las explotaciones de los jóvenes agricultores, a los que se exige, para su incorporación, explotaciones viables y dimensionadas. Quizá lo más relevante sería profundizar en los criterios de elegibilidad o esa consideración de lo que será el apoyo los determinados agricultores activos de manera más específica. En definitiva, definir el modelo de agricultor al que apoyar y que sin duda debería potenciar al profesional. Parece deducirse que el modelo de pago por hectárea pueda abandonarse, criterio que puedo compartir en especial cuando se efectúa discriminación positiva a las explotaciones de pequeña dimensión. Ahora bien, el sistema que se propone, "basado en la viabilidad de cada explotación", requerirá de una "metodología estandarizada" como pudiera ser, por ejemplo, utilizar criterios de dimensión económica calculada mediante un procedimiento normalizado. En definitiva, buscar fórmulas de compensación basados en términos de renta en euros, de forma que beneficiarios con una renta semejante recibirían la misma ayuda. Otra opción posible, que ya se ha intentado introducir en reformas anteriores, es dirigir las ayudas directas del primer pilar a determinadas explotaciones vinculadas a su ubicación, como modelo de apoyo para compensar los hándicap productivos por criterios concretos de pendiente del terreno, pluviometría, tipo de suelo, etc., es decir utilizar el modelo de ayudas a determinadas explotaciones ubicadas en zonas con limitaciones naturales incluido en las intervenciones actuales de desarrollo rural del Feader, asignado un pago por explotación en función de sus características por ubicación y orientaciones productivas, en las que sin duda tienen encaje las explotaciones mixtas o ganaderas. El otro gran capítulo de ayudas directas serán los incentivos a los agricultores ligados hacia una transición ecológica que conduzca a un sector agrícola más sostenible y es de suponer que, en el futuro, estos pagos tengan más protagonismo. Así, en las conclusiones del documento del Consejo, se AFIRMA que la transición ecológica solo puede lograrse en asociación con los agricultores, por lo que HACE HINCAPIÉ en que estos deben recibir los incentivos adecuados y debe fomentarse su interés en aplicar prácticas de producción agrícola ecológicamente responsables, remunerándolas más allá de los costes y las pérdidas de ingresos por sus servicios ecosistémicos "pagos verdaderamente incentivadores" que pudieran tener una escala de puntos de forma que los agricultores que apliquen prácticas más ambiciosas tendrían mayor puntuación y, con ello, importes de ayuda más elevados. Pero estas ideas o reflexiones no sabremos en qué medida se tendrán en cuenta hasta que el nuevo comisario de Agricultura y Alimentación, Cristophe Hansen, presente el documento sobre la Visión para la agricultura y la alimentación, previsto el 19 de febrero próximo. Será a partir entonces el momento de profundizar. (Publicado previamente en la web de Asaja Castilla y León)
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