EL SECTOR VITIVINÍCOLA DE ARAGÓN
Miguel Arenas, presidente de la DO Calatayud: «Nuestros vinos de altura nos protegen del cambio climático»
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Miguel Arenas, presidente de la DO Calatayud, sujeta una copa de vino rodeado de viñedos. | EL PERIÓDICO
A pocos días de comenzar la vendimia, en la Denominación de Origen (DO) de Calatayud soplan aires nuevos, con el reciente lanzamiento de un renovada campaña de comunicación. Al frente de su consejo regulador está Miguel Arenas, que repasa los retos y proyectos de futuro.
¿Qué se persigue con la nueva estrategia de promoción?
Es una continuación de la que se estaba haciendo, pero sí es un giro hacia una campaña más moderna y dinámica, con un nuevo spot de televisión con el que intentamos acercarnos más a la gente joven y, por supuesto, siempre teniendo miras puestas en la internacionalización, que es muy importante para la red comercial de esta denominación de origen.
¿Cuáles son los distintivos de los vinos de la DO Calatayud?
Somos diferentes. Con las campañas anteriores, de Viñedo extremo y Vinos de altura, ya mostramos que son unos vinos con unas características que nadie más tiene y que los hacen especiales. Somos extremadamente diferentes.
¿Qué objetivos se han marcado para los próximos años?
Intentar acercarnos cada vez más al público más joven y seguir consolidando nuestra posición en el mercado internacional. El 85% de nuestra producción se está exportando. Hay que afianzar esa fortaleza, pero sin olvidar al público más joven y al más cercano a nivel nacional.
¿En qué países están presentes?
En más de 40 países de todo el mundo. Estados Unidos es hoy en día nuestro mejor cliente. Pero no podemos obviar ni olvidar a la propia Unión Europea , donde estamos bien implantados en algunos países, ni tampoco a los destinos asiáticos, donde se está haciendo un esfuerzo para introducirnos. Este año tenemos el punto de mira en la Europa del Este, donde hay mercado con un poder adquisitivo alto y nuestros vinos gustan mucho cuando los prueban. La garnacha de Calatayud cala muy bien por allí.
¿Cuándo va a comenzar la vendimia?
Tenemos previsto que empiece esta semana. El intenso calor de verano y la primavera tan cálida que hubo han condicionado la maduración de la uva. Se va a adelantar un poco, si bien las lluvias de los últimos días conlleva una bajada de temperatura que a lo mejor frena el comienzo. Si nada cambia, en unos cinco días estaremos vendimiando. Antiguamente se empezaba a vendimiar en octubre, para el Pilar, pero en los últimos años se está adelantando y lo normal es que sea a finales de septiembre. Este año incluso antes.
¿Cuánta uva se prevé recoger?
Este año sí que se espera una merma, sobre todo por la primavera tan calurosa y seca que hubo, si bien, en junio llovió. El verano ha sido de tantísimo calor y la escasez de agua también ha condicionado un poco. Esperamos un descenso de entre el 10% y el 15%, hasta alrededor de los 10 millones de kilos, pero es una caída por problemas climatológicos pero no por plagas. La viñas están muy sanas. La situación sanitaria de las mismas es espectacular, con que habrá menos cosecha pero de una gran calidad.
¿Cuál es el estado de salud de las bodegas de esta demarcación?
Por lo general, bueno. Todas las bodegas tienen muy bien establecido su mercado y la red comercial montada. Las más grandes con el foco puesto a nivel internacional, las más pequeñas más centradas en el consumo nacional. Y hay excepciones con alguna situación peculiar, pero no por el tema del vino, sino alguna cooperativa que trabaja otro tipo de fruta.
La DO amplió hace dos años su dominio.
Sí, se consiguió por fin llevar a cabo la ampliación hasta cinco territorios colindantes -los municipios de Daroca, Murero, Villafeliche, Orcajo y Manchones- y con ello se han ganado unas 500 hectáreas de superficie. En esa zona hay bodegas que están tramitando y haciendo las gestiones oportunas para pasar a formar parte de la denominación. Ahora contamos con 15 bodegas y la previsión es que entren varias, alguna un proyecto personal. No sería extraño que en unos años superemos la veintena.
Han sido unos años inciertos por la pandemia, la guerra de Ucrania, la inflación... ¿En qué momento está el sector del vino?
Goza de salud, afortunadamente. A lo mejor no tan buena como hace unos años porque la pandemia afectó y frenó las exportaciones, aunque se han recuperado. Uno de los problemas, que está generalizado en todos los sectores, es el incremento de las materias primas: el vidrio, el corcho, el etiquetado, la energía... Eso está afectando. Las bodegas de nuestra DO están tratando de sujetar los precios para no repercutirlos al consumidor final.
El cambio climático es otra de las amenazas para el vino.
En la DO Calatayud, el hecho de hacer vinos de altura nos beneficia y protege bastante. Indudablemente. Tenemos viñedos de más de cien años. No es marketing, está datado. Y viñas a más de 1.000 metros de altura.
¿Y eso como se percibe?
La falta de pluviometría la podemos sufrir igual pero nuestros viñedos son más resistentes por la diferencia térmica los días de intenso calor, con bajadas de temperatura por la noche más pronunciadas. Eso nos ayuda a controlar un poco la época de maduración. De ahí, que seamos la última denominación de España en empezar a vendimiar. Nuestra viñas están muy bien aclimatadas. Ya se vio con los 18 grados bajo cero que hubo con la borrasca Filomena o con los veranos tan calurosos que estamos teniendo. El año pasado mismo, a pesar del intenso calor y lo poco que llovió, las viñas dieron una uva muy buena y con una cantidad que era difícil de pensar.
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