El grupo cárnico ampliará su complejo de fabricación de piensos compuestos en el municipio monegrino con una inversión superior a los 14 millones después de una larga travesía administrativa para obtener la autorización ambiental
Una vista aérea de la planta de Mazana en Torres de Barbués. / MAZANA GRUPO EMPRESARIAL
Marcos Calvo Lamana
Zaragoza 16 FEB 2024 6:01
Después de casi cuatro años a la espera de los permisos ambientales y las autorizaciones pertinentes, Mazana Grupo Empresarial activará por fin la ampliación de su fábrica de piensos en Torres de Barbués, donde está previsto invertir 14 millones de euros para generar 15 nuevos empleos en el municipio monegrino.
Aunque los planes de la compañía pasaban por empezar las obras en el segundo semestre de 2021, el tapón de expedientes en el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) ha retrasado el plan de inversiones de esta empresa cárnica ribagorzana. Ahora ya cuentan con la autorización ambiental integrada, lo que les permite comenzar ya en 2024 la ejecución de la primera fase de la ampliación, que consiste en la construcción de un almacén, un secadero de cereal y un edificio de oficinas. Para la segunda fase quedará una nueva fábrica de piensos, para la cual se prevé iniciar las obras en 2025 con el objetivo de ponerla en marcha a lo largo de 2026.
Según se recoge en la autorización ambiental integrada, con la ampliación de la planta la capacidad productiva de la instalación se incrementará hasta las 571.200 toneladas de pienso al año, lo que se traduce en 1.680 toneladas al día. La superficie total de las parcelas ocupadas es de 260.031 metros cuadrados, de las que 48.436 se encontrarán ocupadas por las instalaciones de la fábrica de piensos tras la ampliación.
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Cuando la inversión esté finalizada, el producto se expedirá a granel o ensacado, para lo que se proyecta la instalación de una nueva línea de envasado y paletizado de pienso, con una capacidad de producción de entre 200 y 300 sacos por hora en formatos de 25 y 40 kg con sistema de cierre cosido.
Además, la planta contará con una instalación fotovoltaica para autoconsumo colindante al lavadero y la fábrica de piensos que ocupará una parcela de 18.351 metros cuadrados con la que se prevé una generación de electricidad anual de 2.069 megavatios. Como medidas de mitigación y adaptación a la emisión de gases contaminantes, la empresa proyecta la instalación de un punto de recarga de vehículos eléctricos como mínimo en el 10% de las plazas de aparcamiento, y de contadores de agua para una mayor eficiencia en el consumo de este recurso.
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Mazana es uno de los grupos cárnicos altoaragoneses que han vivido un crecimiento exponencial en los últimos años y que ha posicionado al sector porcino aragonés como uno de los líderes del mercado español. De hecho, este grupo empresarial pilotado desde la pequeña localidad de Capella, en Ribagorza, es la décima empresa que más facturó en la comunidad en 2022 con 437,78 millones de euros. Cuenta con más de 500 empleados directos y, además, mantiene fábricas de piensos en Capella, Binéfar y Torres de Barbués, que nutren de materias primas a las más de 650 granjas integradas en la sociedad empresarial.
La inversión prevista en un primer momento era de 14 millones de euros, aunque la cuantía podría incrementarse por el marco inflacionista de los últimos años. «Creemos que después de estos años, con el alza del precio de los materiales que se ha visto, la inversión podría ser algo mayor, aunque no se irá demasiado de la previsión inicial», explican fuentes de la compañía a este diario.
La planta cuenta además con una estación de servicio de combustibles abierta al público desde febrero de 2022, que buscaba beneficiar con precios competitivos a la flota de vehículos del grupo, muy intensiva en gasto de combustible.