Hace algunas semanas acudí al Hotel Ritz de Madrid a la presentación de un vino extraordinario en todos los sentidos, Marqués de Riscal Viñas Viejas, un rosado atípico, embotellado en junio de 2017, con una longitud en boca poco habitual y gran complejidad.
Se trata de una edición limitada de 5.000 botellas, un vino realmente vanguardista que el grupo ha elaborado en la bodega de Rueda (Valladolid), la mejor dotada para elaborar este tipo de vinos. Eso permite hacer una original crianza, una vez terminada la fermentación, con lías seleccionadas de sauvignonblanc de las propias fincas de la zona. Esta crianza da mayor untuosidad al vino y mejora su estructura en boca, dándole personalidad.
Como señala el presidente de Marqués de Riscal, Alejandro Aznar: "Buscar este tipo de vinos no es algo que hagamos ahora, puesto que lo hemos hecho siempre. En los años 70 queríamos hacer vinos blancos de calidad y, tras una intensa búsqueda, descubrimos que en Rueda podíamos usar verdejo y, posteriormente, sauvignon. Lo importante es saber qué tipo de vino quieres hacer y buscar la materia prima más adecuada".
El viñedo, la clave para los vinos únicos
El viñedo es una de las claves para obtener vinos únicos de alta calidad y que aporten tipicidad, que reflejen la esencia más pura de las variedades garnacha y tempranillo (tinta de Toro) de viñas con más de 80 años cultivadas en pie franco en la zona de Villaester, en Toro, donde los suelos arenosos protegieron todo el viñedo del ataque de la filoxera. Las producciones son bajas debido a la edad del viñedo y la vendimia es totalmente manual al ser viñas cultivadas en vaso.
La garnacha aporta frescor, buena acidez, notas florales y una intensidad de color baja. La tempranillo genera cuerpo y estructura, además de notas de frutos rojos y una mayor intensidad colorante. Una pequeña proporción de tempranillo realiza esa corta crianza de tres meses sobre lías de sauvignonblanc en barricas de 600 litros de roble francés, aportando una mayor estructura y complejidad al vino.
Es un tipo de rosado de sangrado natural donde solo se aprovecha, después de una breve maceración, el mosto que fluye directamente de la prensa después de su llenado.
Agricultura ecológica
El director técnico de Marqués de Riscal en Rueda, Luis Hurtado de Mendoza, destaca que han seleccionado "viñas de más de 20 años sin injertar, plantadas en un terreno sano y arenoso, ubicado en las terrazas cascajosas más altas del río Duero, que hace que el agua drene muy bien y permite cultivar las viñas en agricultura ecológica".
Este rosado de Riscal explica por qué, habitualmente, se piensa que no es posible hacer una comida completa con un vino de esas características. En este caso, sí. Basta con cambiar un poco la temperatura -pasando de muy frío a 10-12º C-, vale para cualquier momento.
Se trata de un vino flexible, muy agradable, que completa la gama de Marqués de Riscal, desde el verdejo (blanco) hasta los Chirel (tintos).
Es curioso que las dos últimas grandes novedades de Riscal hayan sido un blanco de Chirel, excepcionalmente bueno, y, ahora, este rosado.